Los Bomberos madrileños se desprenden de su imagen de “sex symbol”

Mucho más recatados, sin presumir apenas de músculo y ataviados con camiseta en la mayoría de las fotos, los Bomberos de la Comunidad de Madrid rehúyen de su imagen de 'sex symbol' en el calendario solidario de 2014, en el que aparecen rodeados de niños de familias con pocos recursos.

Les da “miedo” que se frivolice su aspecto, por eso en el nuevo calendario de los Bomberos de la Comunidad de Madrid es difícil encontrar los torsos desnudos y los brazos fibrosos que mostraban sin pudor en otras ediciones.

“Hemos intentado huir de esa imagen”, asegura Iván García, que ilustra el mes de octubre con una fotografía en la que sale vestido con el traje completo, aunque con el casco y los guantes a un lado, y acompañado por un perro labrador y un niño pequeño.

Reconoce que en general los bomberos que aparecen en los calendarios son “jóvenes y con buen aspecto”, aunque niega entre risas que haya un 'casting' detrás, ya que “hay de todo”.

Además de la portada, en la que un bombero trepa por una cuerda ataviado solamente con unas deportivas y pantalones cortos, sólo hay dos imágenes en las que los profesionales que han colaborado con esta iniciativa aparecen sin camiseta, aunque según Iván tienen un motivo “justificado”.

En una de ellas, un compañero echa un pulso a un menor y en otra un bombero se enfrenta a ocho niños que tiran de la manguera de uno de los camiones en dirección contraria a la que lo hace él, como si fuera el juego de la cuerda.

“Me ganaron”, bromea el protagonista de esta fotografía, Guillermo Marino, que ha participado en este calendario por partida doble, ya que en otro mes se le ve tirado en el suelo junto a una niña que se quedó plácidamente dormida en la sesión de fotos.

“Conseguir que estuvieran tranquilos fue complicado, costaba que se te durmieran”, afirma, al tiempo que recalca que la experiencia le ha parecido “muy intensa” y “afable”, ya que posar con los niños ha sido “muy divertido”.

En total, 14 bomberos y más de 25 niños protagonizan este calendario solidario, cuyas fotografías se hicieron a lo algo de dos días en el parque de Arganda del Rey, donde trabajan la mayoría de estos profesionales y en el que los menores jugaron con la espuma, visitaron el gimnasio e incluso vistieron el uniforme.

Los beneficios que se obtengan por la venta del calendario, de un coste de siete euros, se destinarán a la Fundación Madrina, que atiende a adolescentes embarazadas y madres sin recursos económicos en riesgo de exclusión social.

Una de estas madres, Rebeca, está “encantada” de que haya participado su hijo Naufel, con tan sólo 20 meses, ya que así ha podido “devolver el favor” a esta entidad, que ahora le está ayudando a montar su propio negocio, un bar de tapas y raciones.

Mucho más precoz fue Ian, que con cuatro semanas participó en un proyecto para el que a su madre, Geoconda, no mostró ningún “reparo” sino que le hizo “mucha ilusión”.

Ambas han estado presentes en el acto de presentación, en el que entre los gritos y los llantos de los niños, muchos de los cuales han expresado su deseo de ser bomberos, el consejero de Asuntos Sociales, Jesús Fermosel, ha agradecido a este cuerpo regional su “colaboración altruista”.

“Es una muestra más de vuestra vocación de entrega”, ha dicho, al tiempo que ha destacado la “solidaridad, entrega, sacrificio y valentía” de estos trabajadores.

Por su parte, el presidente de la Fundación Madrina, Conrado Giménez-Agrela, ha dicho que los bomberos han conseguido hacer realidad el “sueño” de las madres de la fundación, que con este tipo de ayudas “pueden salir adelante con sus hijos”.

“La familia es la pyme, la empresa más importante que tiene un país”, ha asegurado.

A pesar de mostrarse más recatados, los bomberos de la Comunidad de Madrid han demostrado que siguen teniendo tirón para promocionar iniciativas solidarias: en pocos días, se han distribuido 1.5000 ejemplares del calendario de 2014 y ya se han encargado otros 15.000.

Sol Carreras