Bono plantea “generosidad y cumplimiento de la ley” ante desafío secesionista

El expresidente del Congreso José Bono ha opinado que el “desafío secesionista” catalán requiere una salida que vaya más allá del “café para todos”, tampoco sirve a su juicio una propuesta federal y ha abogado por “una solución afrontada con generosidad, inteligencia y cumplimiento de la ley”.

En su intervención en un acto organizado en Valladolid por la Fundación Universidad Europea Miguel de Cervantes, el político socialista ha “coincidido con el presidente del Gobierno”, Mariano Rajoy, en que no cabe pensar “en congraciarse con los que no quieren que la Constitución española sea de todos los españoles”.

En declaraciones previas a los periodistas, Bono ha reconocido que ve con “esperanza” a su país, que “no se lo van a cargar cuatro egoísmos que consideran moderno lo que es rancio, trabucaire y carlistón”.

“Hoy lo moderno es la unidad y el progreso y lo antiguo el nacionalismo secesionista, el egoísmo de querer apartarse eso es lo verdaderamente detestable, además de ser anticonstitucional”, ha referido.

Bono ha sostenido que “500 años de historia no se los cargan cuatro egoístas por muy finos que sean a la hora de expresar sus ideas”.

En su intervención ha defendido el derecho constitucional de decidir, pero “de todos”, ha calificado de “inmoralidad” el argumento de “que pagar más impuestos da más derechos” y se ha preguntado si eso se aplica entre el barrio barcelonés de Pedralbes y el municipio de Sabadell.

Ha insistido en su crítica a los que “propugnan el incumplimiento de la Constitución” y ha sostenido que tan “golpistas” son los que “golpean” a la Carta Magna española desde la extrema derecha como los que lo hacen desde la extrema izquierda o los nacionalismos.

“Se puede ser nacionalista y patriota”, ha defendido Bono, quien ha atribuido a su partido responsabilidad en ese crecimiento del sentimiento secesionista catalán con sus sucesivas decisiones a la hora de formar parte de anteriores Ejecutivos catalanes.

Bono se ha mostrado partidario de una reforma urgente de la ley electoral, de limitar los mandatos del que gana pero especialmente de quien “pierde una y otra vez”; y más que listas abiertas, que funcionan en el Senado “y no sirven para nada”, ha planteado un modelo mixto en el que la mitad de los diputados sean elegidos uninominalmente, al modo del Reino Unido, y la otra mitad por un sistema nacional, para que todos los partidos tengan representación.

Desde su experiencia como presidente de Castilla-La Mancha durante 24 años, ha reconocido que aunque se “tropezaron con la autonomía”, ésta fue “el mejor invento desde el punto de vista del bienestar”, y aunque partidario de la descentralización no entiende que haya que bajar a una sanidad comarcal y ha cuestionado que se requieran 17 tribunales superiores de justicia.