Borrell ve inaceptable comparar la situación en Cataluña con el franquismo

El expresidente del Parlamento Europeo Josep Borrell considera de una “ligereza histórica inaceptable” que se compare la actual situación en Cataluña con la represión franquista.

En un artículo firmado hoy en el periódico francés “Le Monde” junto con el profesor de derecho Antonio Estrella, titulado “El señor Puigdemont debe dejar de citar el franquismo”, el también exministro socialista insta a no banalizar “con expresiones fáciles uno de los periodos más tristes de la historia” de España.

Borrell indica que las críticas lanzadas desde Bruselas por el expresidente catalán Carles Puigdemont hacen creer que en España se “pisotean sistemáticamente los derechos humanos, la justicia no es independiente y hay prisioneros políticos”.

“De esa manera, Puigdemont no estaría al frente de una rebelión en favor de la independencia, sino de la democracia y la libertad, en una España que se habría quedado tal y como era bajo el franquismo”, dice el texto.

Los dos firmantes alegan que esa es la razón por la que “medios y responsables políticos de los que se está en derecho de esperar más informaciones y menos demagogia sobre las razones por las que Puigdemont está en Bruselas, utilizan la referencia al franquismo con una ligereza preocupante”.

Su artículo recuerda que la prensa anglosajona ha llegado a hablar de una vuelta a “la leyenda negra de la España de la Inquisición”.

Borrell y Estrella advierten de que los medios citan la dictadura franquista “como si España no hubiera conseguido lograr un sistema de libertades políticas y fuera comparable a las derivas totalitarias (...) de Hungría o Turquía”.

Se trata de una “falta de respeto” hacia aquellos que fueron verdaderas víctimas, apuntan.

El texto destaca que en esa España los líderes independentistas Jordi Cuixart y Jordi Sánchez “no podrían haber saludado como toreros o estrellas del rock a las personas que les aplaudían a las puertas del tribunal” y el exvicepresidente Oriol Junqueras “no podría pronunciar arengas desde la prisión”.

“Calificar a esas personas de prisioneros políticos es un insulto a quienes lo fueron”, dicen al subrayar que no están perseguidos por sus ideas, sino “por actos que suponen una ruptura notoria y brutal del orden jurídico”.

Borrell y Estrella admiten que se pueden criticar acciones y omisiones del Gobierno español frente al auge del separatismo en Cataluña, y que fue “un error” confiar a la Guardia Civil “la misión imposible” de reemplazar a la policía catalana para impedir el referendo del 1 de octubre.

Pero subrayan estar “hartos” de recibir “lecciones de países cuyo nivel de democracia es inferior” al de España.

“Fuera de España se tiene tal vez del franquismo una imagen folclórica y divertida de tricornios y de un dictador que va a las corridas”, apuntan, “pero hay que recordar que la represión del régimen franquista fue una de las más feroces y largas del siglo XX”.

En su artículo piden que, “por respeto a la memoria colectiva”, se deje de utilizar con esa ligereza tales comparaciones.