La CDU de Merkel descarta una subida de impuestos en caso de ganar las elecciones 2017

La Unión Cristianodemócrata (CDU) de la canciller alemana, Angela Merkel, descarta una subida de los impuestos en caso de ganar las elecciones generales previstas para septiembre de 2017.

La propuesta que la presidencia del partido defenderá mañana ante el congreso federal de la formación, que se celebrará de martes a miércoles en Essen (oeste), incluye un párrafo en que se excluyen nuevas cargas fiscales para el ciudadano.

“La CDU descarta fundamentalmente cualquier aumento de los impuestos”, afimró el secretario general del partido, Peter Tauber, en la víspera de la apertura del congreso, en relación a ese apartado de la moción aprobada en las reuniones previas celebradas hoy por la cúpula del partido.

Junto a esta modificación, se han incorporado asimismo apartados relativos a la agilización de las posibilidades de expulsión de los refugiados sin perspectivas de ser acogidos como asilados en el país, de acuerdo a una propuesta del ala más derechista del partido.

La canciller, líder de la CDU desde 2000, se someterá en Essen a su reelección como presidenta del partido, quince días después de anunciar que concurrirá de nuevo como candidata a las generales, previstas para septiembre de 2017.

Será, de salir elegida, su cuarto mandato, para lo que precisa la cohesión de sus filas y armonizar contenidos con su hermanada Unión Socialcristiana de Baviera (CSU), partido que le exige limitar la acogida de refugiados a 200.000 solicitantes por año.

Merkel, quien durante toda la crisis migratoria ha rechazado éste u otro límite cuantitativo, aspira a “consensuar un programa electoral común”, lo que espera conseguir en el primer semestre del año, avanzó Tauber.

La cita en Essen tiene para Merkel un significado especial, ya que en esa misma ciudad de la cuenca minera del Ruhr se celebró en 2000 el congreso del que salió convertida en jefa de la CDU.

Merkel se situó en la jefatura como renovadora de una CDU hundida en el escándalo de cuentas secretas que afloró al perder el poder su hasta entonces mentor político, Helmut Kohl, tras 16 años en la Cancillería y 25 al frente del partido.

En esas circunstancias, logró la elección con un 95,6 % y desde entonces ha sido ratificada en el cargo por ocho congresos federales, con resultados que oscilaron entre el mínimo del 88,4 %, en 2004, y el récord del 97,9 % conseguido en 2012.