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“Somos como una especie de kriptonita para Ciudadanos”

Gabriel Rufián, portavoz adjunto de ERC en el Congreso.

Luz Sanchis

El portavoz adjunto de ERC en el Congreso se queja de que le llamen “chulo” aunque reconoce que con ese apellido va vacunado contra muchos ataques. Tiene claro que hay que aprovechar bien los pocos minutos que estará en la tribuna y que en los pasillos se entablan buenas relaciones con diputados de todos los partidos. Menos con Rivera, que le hace sentirse “como Bruce Willis en El sexto sentido”.

¿Da por hecho que Albert Rivera votará sí a Mariano Rajoy en la investidura?

A Ciudadanos los conocemos perfectamente. Carece de ideologías, en el sentido de que su ideología principal es el poder. Es capaz de pactar hace seis meses con el PSOE y seis meses después con el PP. Sin pestañear. Todo con una especie de sentido de Estado un tanto extraño. Ejercen de lo que son, el soporte del bipartidismo, del sistema, del establishment. Si les llaman el partido del IBEX 35 no es porque sí. Nació en Cataluña para ir en contra de la cultura, identidad y lengua catalana. Pero luego lo aprovechó para revestirlo todo de supuesto centro político. Al final, son más de derechas que el PP. 

¿No espera nada bueno de las exigencias a Rajoy? 

Rajoy hará ver que le cuesta mucho aceptarlas. Al final las aceptará y finalmente será presidente del Gobierno con el apoyo de Ciudadanos. Creo que con la abstención de una parte del PSOE, aunque esto último es una intuición personal. Pero sí que es cierto que ahora la presión es para Sánchez, que al final es un tema de mera supervivencia política. Está políticamente acabado si da el sí. Lo sabe. 

¿Y si PSOE no se abstiene?

El escenario ha cambiado, en el sentido de que ya hay un acuerdo entre dos partidos y uno de ellos es el que ha ganado. En el anterior escenario lo hubo entre dos partidos perdedores. Creo que el PSOE no podrá aguantar la presión de tener el sanbenito de ser los que provocaron por primera vez unas terceras elecciones. Además, aquí se vive con muchísimo dramatismo. Quizá nosotros en Cataluña, como estamos acostumbrados a que pasen cosas... 

En Cataluña también hubo dramatismo.

Bueno, sí. También es muy nuestro. Es como el Barça. Yo soy perico y no me pasa, pero tengo amigos culés que han tenido y tienen el mejor equipo del mundo y sufren muchísimo.  

¿Para ERC hay diferencia entre que Rajoy sea presidente o lo sea Sánchez?

Desgraciadamente, no. Todo el mundo recordará a Miquel Iceta haciéndose una foto junto a Xavier Garcia Albiol e Inés Arrimadas, la derecha más reaccionaria, frente al Tribunal Constitucional muy ufanos. Ibarra nos llama golpistas; Susana Díaz, bárbaros. Es cierto que el PSC y PSOE han hecho grandes avances en el campo de los derechos civiles y hay que valorar el catalanismo o sus políticas socialdemócratas. Pero respecto a la soberanía de Catalunña, no hay ningún tipo de diferencia. El PP tiene esa coherencia de la derecha, no se ocultan. En cambio, el PSOE es el partido que más ha traicionado a Cataluña. Todos recordaremos el apoyaré y el cepillaré. Nuestra experiencia con Sánchez a nivel personal, es que es un señor joven, pero con ideas muy antiguas. 

¿Me sabe explicar por qué el PP ha subido en Cataluña a pesar de que salieran a la luz las conversaciones de Jorge Fernández Díaz con Antifraude?

No sé si es exacto, pero el otro día leí que han sacado un diputado por cada caso de corrupción. Es dramático y no tiene parangón. Hay que recordar que el proceso en Cataluña ha polarizado muchísimo. Y al final, la subida de Ciudadanos en el plebiscito de septiembre lo demuestra. Porque Ciudadanos supo llevar la bandera del antiproceso y el PP estaba más apagado. Ahora ha sido al revés y el PP ha retomado la iniciativa. También es cierto que, guste más o menos, el votante de derechas nunca falla. Las conspiraciones de Fernández Díaz galvanizan al votante del PP. A la gran mayoría parece ser que le gusta y considera que es lo que debe de hacer un ministro del Interior, conspirar contra un mandato popular. Aun así, el PP es un partido muy secundario en Cataluña y en España es hegemónico. 

Dice que votar  a Podemos en Cataluña es pedir permiso y no sirve de nada.

Desde el respeto, consideramos que Podemos y las confluencias son tan republicanos como nosotros. Pero ellos creen que el Estado español todavía puede cambiar. Nosotros no. Los resultados electorales lo han demostrado pero cuando decimos que son nuestro adversario electoral, y eso molestó mucho en Podemos, lo decimos porque lo es. No es un adversario ideológico. Y ganaron con lo que nosotros consideramos una mentira piadosa. A todos nos gustan las mentiras piadosas, lo reconozco, pero pensamos que es una mentira piadosa prometer un referéndum pactado con el PP o PSOE o Ciudadanos. De todas maneras, estaríamos encantados, así que vemos bien a cualquiera que pida el referéndum. Es votar y contar.

¿Referéndum unilateral?

Tenemos en frente a gente que nos niega el derecho a votar. Me parece una muy buena idea, más que nada porque también es una pregunta directa a Podemos, que es la formación más ambigua. ¿Qué haréis si al final el pueblo de Cataluña abre los colegios y pone las urnas? 

¿Por qué el Estatut es sacrosanto y la Constitución no puede serlo para mucha otra gente?

Durante meses, el debate en Cataluña era cambiar la Constitución. Incluso hubo líderes que parecía que lo iban a hacer. Pero para eso se necesitan un montón de cosas que no tenemos, como dos tercios del Congreso y del Senado, una derecha democrática, una izquierda valiente... Y nos parece hipócrita que los que se califican de constitucionalistas se acuerden de unos artículos y se olviden de otros. Cataluña existe desde antes de la Constitución. Si tienes a centenares de miles de personas en la calle, llega un momento en que tú no puedes tirarles la Constitución a la cabeza a todos y cada uno.

¿Cuándo se producirá la llamada desconexión?

El otro día un amigo me decía 'lleváis tanto tiempo diciendo 18 meses que al final va pasando el tiempo...“ Ahora quedarían, según Carles Puigdemont, once o doce meses. Yo lo único que sé es que él y Junqueras son independentistas mucho antes que yo, llevan toda la vida esperando este momento, el Govern y el Parlament están decididos. El proceso de autodeterminación, como dice Marta Rovira, es el proceso que ha dado mayor información y la noticia sería que no diera problemas. Aglutina desde el centroderecha liberal conservador hasta la izquierda más rupturista. Desde el minuto uno nos han dicho que no lo haríamos.

¿Y tendrán presupuestos?

Creo que al final, sí. Suena muy rimbombante, pero los que estamos en esto negociamos imposibles. Hemos hecho cosas que lo parecían. Si hace un año nos dicen que un alcalde de Girona sería el presidente, que Convergència se separaría de Unió, que Mas se marcharía y la CUP tendría 10 escaños, que ERC tiene la vicepresidencia económica... Diríamos 'estamos locos'. Imaginemos dónde estaremos de aquí a un año.

¿La CUP cederá y aprobará los presupuestos?

Entiendo la pregunta, pero hay un cierto paternalismo de 'a ver estos chicos de la CUP'. Ha sido, es y será imprescindible, guste más o menos. Hay que ponerse de acuerdo e intentar aunar sensibilidades. Yo me siento muy próximo a ellos. David Fernàndez y Quim Arrufat han cambiado la forma de hacer parlamentarismo y yo les respeto mucho. Acabarán haciendo lo que siempre han hecho, que es ayudar. 

Para usted, es importante aclarar que es independentista y no nacionalista.

Es un matiz con el que soy muy pesado. Siempre se nos intenta englobar en los nacionalistas catalanes. El independentismo no es nada, no es una ideología, es un estado transitorio. Yo lo que soy es republicano y de izquierdas y es inherente a esa condición la defensa de la autodeterminación de cualquiera. No entiendo que haya gente que esté a favor del derecho de Kosovo o Escocia y no de Cataluña. La izquierda que me inculcaron mis padres es la de estar a favor de lo que los pueblos quieran ser. Yo de burgués tengo poco y de nacionalista, menos. Si no te gusta que se hable un idioma determinado ni que se ondee un símbolo determinado ni que se vote un estatus político determinado, igual el nacionalista eres tú. 

Presume de que el Parlament es muy activo, pero no ha aprobado ninguna ley en un año. ¿La culpa es de que el procés les ha tenido muy entretenidos?

No, pero hay que entender que hay planteadas leyes enormes como la de Seguridad Social, de desconexión. Nos gustaría más celeridad, eso sí. Si Junqueras saliera anunciando la contratación de 40 funcionarios para la Hacienda propia, igual el Constitucional al día siguiente les llamaría. Así que conviene igual no hacerlo. Y entonces la gente cree que no se hace. Pero sí que se hace. Entendemos cierto hartazgo. Pero nadie dijo que fuera fácil.

Convencerse de entrar en política viendo en 13TV a Eduardo Reyes (cabeza de Súmate) es original.

La decisión ya estaba tomada. Yo mismo he ido un par de veces cuando estuve en la ANC. La verdad es que me lo pasé bien porque vivo la política desde el debate. Hay que ir a todos sitios y ocupar espacios mediáticos. Si Joan Tardà saliera en El Hormiguero, tendríamos un diputado más. Pero no vamos a El Hormiguero no porque no queramos sino porque siempre se olvidan de invitarnos.

A usted le han llamado de todo, pero confiese que le gusta provocar.

Parece que tenemos rabo y cuernos, pero somos gente muy normal. Tardà es un monstruo mediático inconsciente. Yo tengo claro que si solo tienes cinco minutos para hablar desde el atril hay que aprovecharlos casi como si fuera un plató. Después de mi intervención en la investidura de Sánchez me compararon con todos los dictadores de la historia contemporánea mundial. Con todos menos con Franco, de él siempre se olvidan. Y luego yo soy el chulo.

De mí dijeron en un artículo que tengo 'la mirada de los degolladores del ISIS', pero cuando te llamas Rufián tienes un bagaje y no te afecta. Cuando no conocía este mundo pensaba que todo está más preparado. Y alguna de las frases que dije las habíamos hablado diez minutos antes. 

¿La de “soy charnego e independentista, he aquí su derrota y nuestra victoria”?

Sí. Hay gente que se encuentra muy incómoda con el término. Yo no. Y decidimos recuperarlo en el sentido de 'yo soy lo que ustedes llaman charnego'. Hoy en día lo utiliza el unionismo más reaccionario, trolls de Ciudadanos y periodistas muy determinados.

¿Cuáles son las prioridades de ERC para cuando empiecen los plenos?

Hemos presentado 28 propuestas e intentaremos sacar adelante dos comisiones muy importantes. Una, la de Fernández Díaz porque el foco se ha puesto más en quién grabó que en lo que se decía. Y luego intentar pedir responsabilidades por una masacre bajo mentiras como fue la de Irak. ERC tiene un histórico en la defensa de intentar dignificar la vida de la gente viva donde viva. Por ejemplo, a Podemos le hemos votado el cien por cien. Y ellos a nosotros. Sin acordarlo previamente. Como la Ley 25 y eso que Tardà dijo que era una chapuza jacobina por la invasión competencial. ¿Cómo le explicas a una señora de Bellvitge que te has abstenido en una ley contra la pobreza por una cuestión de competencias? 

¿Compartir grupo parlamentario con la antigua Convergència era demasiada generosidad?

No nos lo pidieron oficialmente, hubo un par de declaraciones públicas de sus líderes dándolo a entender. Es mucho mejor tener dos voces. ¿Es más útil una Convergència integrada sin portavocías ni peso político o siendo la principal fuerza del Grupo Mixto?

Eso es un poco trampa porque en el Grupo Mixto se diluye.

Bueno, gente como Tardà o Bosch han picado piedra en el Mixto y ahí se hicieron grandes.

Que vayan al Constitucional a reclamar el grupo propio es irónico.

Nosotros no lo haríamos. Y entendemos que sí, quizás no se entiende. Supongo que lo harán por el tema de intentar aprovechar todos los medios. ERC nunca ha acudido. Es una decisión política, en ese sentido entiendo a los dirigentes de Convergència, porque es un castigo.

Ha pasado de cobrar el paro al sueldo de diputado y a sus privilegios. ¿Teme que se le suba a la cabeza?

He sido mileurista toda la vida y he cobrado el paro seis meses. David Fernàndez tiene una frase muy buena, que es que cada mañana antes de ir al Parlament se tomaba la pastilla roja para saber que aquello era Matrix. Y yo llego a mi casa y mi hijo no permitiría que fuera un idiota. De momento, bien, pero hay que tomarse la pastilla porque se te puede ir la cabeza. 

¿Alguna queja de cómo le tratan en Madrid cuando le reconocen?

La ciudad me parece espectacular. La conocía muy poco y entiendo el magnetismo de esta ciudad y de la gente. Una de las frases más bonitas que nos han dicho estos meses es la de 'no soy catalán y no te puedo votar, pero me representas'. Una de mis obsesiones era intentar hacer ver que la gente no come patrias ni banderas. Queremos un país decente y ya está. Y hacer bandera de los valores republicanos y de izquierdas. 

Tener un doble en el Polònia en tan poco tiempo es un triunfo. Aunque le sacan muy cursi y citando a Paulo Coelho.

Odio a Paulo Coelho. Pero lo llevo bien.

¿Oye los insultos que le dedican cuando está en la tribuna?

Sí, me dicen de todo y luego yo soy el chulo. Para Ciudadanos, somos como una especie de kriptonita. Les destrozamos el discurso tramposo de que son nuevos.

¿Cómo se lleva con Rivera y con Rafael Hernando?

Cuando se cruza conmigo me siento como Bruce Willis en El sexto sentido. No existo para nada, me ignora. Con Hernando, bien, muy cordial. Quizá porque todos quieren y respetan a Tardà tengo buena relación con gente de todos los partidos. 

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