Colonia actuará “con contundencia” ante todo conato de violencia en Nochevieja

Las autoridades de Colonia (oeste de Alemania) garantizaron hoy que actuarán “con contundencia” ante todo conato de violencia en Nochevieja, para evitar abusos sexuales como los de 2015 y ante la alerta redoblada generada por el atentado de Berlín.

“El ataque contra el mercadillo navideño de Berlín evidenció cuán frágil puede ser una festividad”, apuntó el jefe de la Policía de Colonia, Jürgen Matthies, al presentar el dispositivo de seguridad.

Un total de 1.500 agentes patrullarán no sólo por las inmediaciones de la catedral y la estación, donde el año pasado se produjeron los abusos sexuales y robos con intimidación, sino por el resto de puntos vulnerables, sean fiestas o lugares públicos.

“Estamos analizando todos los indicios de peligro recabados tras el atentado de Berlín”, añadió Matthies, en alusión al ataque del 19 de diciembre, presuntamente cometido por el tunecino Anis Amri y donde murieron doce personas tras invadir un camión el mercadillo.

“Todo el mundo tiene que poder festejar, con la debida libertad y seguridad”, apuntó por su parte la alcaldesa de Colonia, Henriette Reker, para destacar que la población no debe dejarse intimidar “ni por la delincuencia común ni por el terrorismo”.

La seguridad al cien por cien no existe, admitió Matthies, pero el concepto de seguridad elaborado ahora -“adaptado a la realidad de lo ocurrido en Berlín”- pretende “brindar el máximo de protección” y acotar “todos los peligros posibles”.

El dispositivo presentado hoy incluye modificaciones respecto al que la alcaldesa y el responsable de la Policía mostraron ya quince días atrás, como la protección de algunos espacios con bloques de hormigón y el reforzamiento de las cámaras de videovigilancia.

La Nochevieja de Colonia quedó marcada en 2015 por los abusos sexuales -en algunos casos, incluso violación- y robos de forma masiva registrados entre la estación de ferrocarril y la catedral.

Los agresores eran mayoritariamente norteafricanos, entre ellos algunos peticionarios de asilo, y en los días siguientes se llegaron a presentar hasta 1.200 denuncias.

A lo largo de 2016 se han celebrado sucesivos procesos contra presuntos agresores, pero solo en treinta casos los juicios han acabado en condena, que en su mayoría aún no son en firme, y solo ha habido tres sentencias por delitos sexuales, mientras que el resto fueron por robo con intimidación o acoso.

Lo ocurrido en Colonia derivó en escándalo político, ya que las fuerzas policiales se vieron desbordadas por la situación.

Ello generó un vuelco en la opinión pública ante los refugiados, ya que de la actitud mayoritariamente solidaria generada por la crisis migratoria se pasó al rechazo, en un país que desde principios de 2015 ha recibido 1,2 millones de peticionarios de asilo.

A raíz del escándalo, el Gobierno de Angela Merkel aprobó la agilización de expulsiones de solicitantes que hubieron incurrido en delito, especialmente los procedentes del norte de África.

Junto al paquete de medidas de seguridad presentado hoy, las autoridades de Colonia prohibieron ayer una manifestación del ultraderechista Partido Nacional Democrático (NPD), convocada en protesta contra la acogida de refugiados.