El presidente del Congreso colombiano relativiza las disidencias en las FARC en EE.UU.

El presidente del Congreso colombiano, Luis Fernando Velasco, aseguró hoy que las disidencias en el seno de las FARC no le “aterran” después de que una unidad guerrillera anunciase que no se acogerá a los acuerdos que los insurgentes suscriban con el Gobierno presidido por Juan Manuel Santos.

“A mí, lo que ha pasado tanto en el Meta (centro) como en el Guaviare (suroriente), no me aterra que pase”, dijo Velasco en Washington tras reunirse con el presidente de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro.

Velasco se refirió así a los recientes desafíos que ha afrontado el proceso de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) después de que una de sus unidades se declarase en rebeldía y que integrantes de otra resultasen heridos tras un enfrentamiento con el Ejército.

El presidente del Congreso recordó que en procesos anteriores, como el acordado con la guerrilla del M-19, desmovilizada en 1990, también hubo un grupo de disidentes que fueron “combatidos y sometidos” por el Estado, por lo que calificó de “previsible” que pase algo parecido en la actualidad.

Velasco alabó, eso sí, la actitud “muy seria” de los mandos de las FARC y del presidente Santos por “no esconder las verdades”.

La guerrilla acusó a sus miembros rebeldes de tener “intereses económicos opuestos a la terminación del conflicto” y les advirtió que “declararse al margen de la dirección” pone a quien lo haga “por fuera” del grupo.

Santos, por su parte, les invitó a acogerse a los acuerdos antes de terminar “en una tumba o en la cárcel”.

El senador colombiano Mauricio Lizcano, que sustituirá a Velasco en la Presidencia del Congreso, advirtió también desde Washington que los guerrilleros que no se ubiquen en las llamadas zonas de concentración tras la firma de los acuerdos “serán delincuencia común y les caerá el peso de la ley”.

Almagro, por su parte, destacó los avances del proceso de paz en La Habana.

La OEA, que informa cada seis meses de la evolución del proceso de paz en Colombia, acompaña al país con una misión específica desde 2004, cuyo mandato se ha extendido hasta enero de 2018.