El Consejo de Seguridad condena la muerte de “casco azul” una semana después

El Consejo de Seguridad de la ONU condenó hoy por primera vez de manera formal la muerte de un “casco azul” español que falleció la semana pasada en El Líbano, pero sin atribuir todavía responsabilidades.

Los quince miembros del máximo órgano de decisión de Naciones Unidas condenaron hoy “en los términos más enérgicos” la muerte del militar Francisco Javier Soria y pidieron que se termine “cuanto antes” una “completa y exhaustiva” investigación sobre lo ocurrido.

Esta condena formal llega una semana después de que el Consejo, tras reunirse de urgencia, se refiriera al ataque en unos “apuntes para la prensa”, un tipo de declaración que emiten cuando no son capaces de pactar un comunicado formal o una resolución.

El militar español, de 36 años, pertenecía a la Fuerza Interina de Naciones Unidas (FINUL) que vigila la llamada “línea azul”, delineada por la ONU para certificar la retirada israelí del sur del Líbano en el año 2000, que Líbano considera que no es completa.

El Consejo, que expresó hoy sus condolencias a la familia de la víctima, volvió a referirse a lo ocurrido como un “intercambio de fuego” entre fuerzas de Israel y el grupo chií Hizbulá pero sin atribuir responsabilidades, mientras la FINUL sigue investigando.

Hoy, un alto cargo de Naciones Unidas adelantó que la “investigación técnica” sobre la muerte del “casco azul” español debería arrojar los primeros resultados en tres días, y dijo además que también se constituirá una comisión de investigación.

La fuente, que prefirió mantener en reserva su identidad, indicó que la ONU pretende ser cuidadosa con la investigación porque no quiere que el incidente abra la posibilidad de una escalada de la tensión en una zona “extremadamente volátil”.

Soria Toledo falleció tras el impacto de una granada y casi desde un primer momento el Gobierno español, a través del ministro español de Exteriores, José Manuel García-Margallo, aseguró que “parece probado” que fue alcanzado por fuego disparado por Israel.

Dos días después del ataque, el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, y el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, acordaron abrir una investigación conjunta que llevarán adelante dos oficiales de Artillería españoles y el Ejército israelí.