CyL advierte de que “no será favorable” a que se beneficie sólo a las CCAA del FLA porque es solidaria pero no tonta

“Solidarios siempre pero no somos tontos”. Así de tajante se ha mostrado De Santiago-Juárez en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno a preguntas de los periodistas respecto a la próxima reunión del CPFF cuyo orden del día, ha aclarado, se desconoce a día de hoy por parte del Gobierno de Castilla y León.

En este sentido, ha rechazado “especulaciones” sobre las medidas concretas que se pondrán encima de la mesa en ese CPFF si bien ha insistido en que al Gobierno de Castilla y León le costaría entender que se beneficie a las autonomías incumplidoras. “Tendría mucha gracia”, ha ironizado al respecto y ha añadido que no beneficiar también a las autonomías que no acudieron al FLA sería “muy difícil de digerir aunque estemos en Navidad”.

Tras recordar que la consejera de Hacienda, Pilar del Olmo, no acudirá a ese CPFF para defender los intereses de la Junta sino los de todos los ciudadanos de Castilla y León que han contribuido con sus esfuerzos a cumplir los objetivos de déficit fijados en los últimos años, De Santiago-Juárez considerado también que el café para todos “nunca es bueno”.

El consejero de la Presidencia ha apelado a la “coherencia” de la Junta de Castilla y León que en su día vio con buenos ojos que se crease el FLA para ayudar a aquellas autonomías que no lo estaban pasando bien, una solidaridad que se mantiene, ha asegurado, si bien ha insistido en la necesidad de que “se beneficie a todos” una vez que la situación macroeconómica del país ha cambiado en parte, ha insistido, por el esfuerzo de las autonomías cumplidoras.

“España tiene que acostumbrarse a que sus territorios sean solidarios, eso es fundamental”, ha opinado.

De Santiago-Juárez ha asegurado además que la Junta no se arrepiente de no haber acudido en su día al FLA ya que, según ha aclarado, no se limitaba sólo a un tema de dinero ya que detrás de este mecanismo había “algo más”, en referencia a la pérdida de autonomía en la gestión autonómica en favor del Gobierno de la nación que ha sido el que ha decidido en esas regiones cuáles eran sus prioridades.