Decenas de miles de iraquíes protestan de nuevo contra el Gobierno del país

Decenas de miles de iraquíes volvieron a manifestarse hoy en provincias de mayoría suní contra el Gobierno del país, al que acusaron de ser responsable de los últimos ataques a mezquitas suníes en Bagdad.

Las mítines multitudinarios tuvieron lugar durante el rezo musulmán del mediodía, en el que los imanes denunciaron las prácticas del primer ministro, el chií Nuri al Maliki.

En su sermón, el imán de la ciudad de Faluya (oeste de Irak), jeque Mustafa al Hadizi, dijo que “el Gobierno sectario ha exagerado el rencor, la tiranía y la brutalidad hasta convertir a los ulemas y los fieles en blanco de sus milicias”.

Por su parte, el imán de la ciudad de Ramadi, capital de la provincia de Al Anbar (oeste de Irak), jeque Mohamed al Demily, acusó al Gobierno de “usar las armas y no escuchar las demandas de los manifestantes”.

“Las mezquitas de los musulmanes son algo sagrado. No he escuchado ninguna condena por parte de las autoridades sobre esos delitos”, subrayó en su discurso el imán de la ciudad de Mosul, capital de la provincia de Nínive (norte del país), jeque Abas al Nuri.

Manifestaciones multitudinarias se desarrollaron en ciudades de las provincias de Salahedín, Kirkuk y Diyala, situadas al norte de la capital del país, además de las zonas suníes de Bagdad, en medio de fuertes medidas de seguridad.

Los suníes exigen el fin de la discriminación que dicen sufrir por parte del Gobierno de Al Maliki, la liberación de los detenidos sin cargos, la suspensión de sentencias de condena a muerte y la anulación de la ley antiterrorista, entre otras demandas.

En los últimos meses se han sucedido atentados contra mezquitas suníes, además de los habitualmente dirigidos contra objetivos chiíes y de fuerzas de seguridad, entre otros.

Al menos seis personas murieron el lunes pasado y otras trece resultaron heridas en un ataque de hombres armados a la mezquita suní Al Ehsan, en el barrio de Al Mansur.

Tres días antes, se registraron dos muertos y treinta heridos por el estallido de dos artefactos, uno cerca de la mezquita suní Al Qobeisi y el otro cerca de la de Razaq, también en la capital.

Previamente, la muerte de 26 personas en el ataque del pasado 24 de abril perpetrado por las fuerzas del orden en la plaza de Al Hueiya, punto de protestas suníes en el norte del país, desató nuevos disturbios entre los temores de que se desborde la violencia sectaria.