Decenas de miles de suníes protestan contra el Gobierno de Al Maliki

Decenas de miles de iraquíes se manifestaron hoy contra el Gobierno del primer ministro, el chií Nuri al Maliki, en las provincias de mayoría suní del norte y oeste de Irak, en medio de una escalada de la violencia en el país.

“Pedimos a los manifestantes paciencia ante la agresión del Gobierno y el calor del verano, ya que las buenas señales de la victoria han aparecido”, dijo el jeque Husein al Omeir, en su sermón del rezo del viernes en la principal plaza de Ramadi, capital de la provincia occidental de Al Anbar.

Al Omeir acusó al Gobierno de generar la violencia sectaria, ya que -subrayó- “los iraquíes saben que no existe enemistad ni nada que merezca que combatan entre ellos”.

Por su parte, el clérigo que encabezó la oración en la ciudad de Mosul, a unos 400 kilómetros al norte de Bagdad, Emar al Delimi, denunció que “Irak es escenario de derramamiento de sangre, violaciones, perdidas de fondos y afrentas a la dignidad”.

“Fieles y clérigos son asesinados en las mezquitas y los cementerios y las cárceles están llenas con nosotros (suníes)”, agregó en alusión a los arrestos arbitrarios y a los últimos ataques terroristas, que han tenido como blanco los templos.

Miles de personas se manifestaron también en las principales ciudades de la provincia de Salahedin, en especial en su capital Tikrit.

Por otro lado, clérigos suníes y chiíes celebraron un rezo unificado frente al monumento al mártir, en el este de Bagdad, en respuesta a un llamamiento hecho por Al Maliki el domingo pasado para impulsar la unidad después de los últimos atentados a mezquitas suníes y chiíes.

“Pedimos a los dirigentes políticos y a los medios de información que opten por un discurso que unifique, pues una sola palabra puede atizar la calle y otra atenuar la tensión”, dijo el jefe de los Asuntos Religiosos Suníes, Ahmed al Samerrai, durante ese rezo.

Las provincias suníes son escenario desde hace meses de grandes protestas para exigir la liberación de presos “inocentes”, corregir el proceso político, enmendar la ley antiterrorista y cumplir con un equilibrio en las instituciones del Estado, entre otras demandas.