Depardieu abrirá un restaurante para gente creativa en su nueva ciudad rusa

El actor Gérard Depardieu, ciudadano ruso desde principios de año, abrirá en breve un restaurante en la ciudad en la que se empadronó, Saransk, capital de la república de Mordovia, informaron hoy las autoridades locales.

“Depardieu nos ha dicho que pronto abrirá un prometedor restaurante dirigido a la gente creativa y con iniciativa”, afirmó Valeri Maresiev, ministro de Información de Mordovia, a la agencia Interfax.

Depardieu formalizó hoy en persona los trámites burocráticos necesarios para registrarse como empresario en esta localidad, que se encuentra a unos 600 kilómetros al Este de Moscú.

“Será un restaurante en toda regla que ofrecerá una amplia variedad de platos”, agregó.

El funcionario explicó que el restaurante de Depardieu colaborará con las empresas locales que se dedican a la elaboración de todo tipo de quesos.

Depardieu, que recibió la ciudadanía el pasado 3 de enero por decreto del presidente, Vladímir Putin, manifestó desde un principio su deseo de vivir lejos de Moscú, donde “hay mucho tráfico, lo que es muy estresante”.

Las autoridades mordavas ofrecieron en enero a Depardieu el cargo de titular de Cultura de la república, ofrecimiento que fue rechazado por el actor con el argumento de que “soy el ministro de Cultura del mundo”.

Depardieu, que ha prometido aprender a hablar la lengua de Pushkin para conocer mejor el alma rusa, también recibió un apartamento de cinco habitaciones en Grozni, capital de la república norcaucasiana de Chechenia.

Entre otros proyectos, Depardieu se dispone a protagonizar dos películas sobre el Cáucaso Norte que serán rodadas en Chechenia y en la capital rusa.

El actor, que ha criticado a la oposición rusa por falta de ideas, comparó al presidente ruso, Vladímir Putin, con el papa Juan Pablo II y el expresidente de Francia, François Miterrand, en una entrevista publicada el fin de semana por el diario ruso “Komsomólskaya Pravda”.

El actor, un mito en Francia, decidió renunciar a la ciudadanía gala y trasladar su domicilio fiscal a Bélgica debido a la decisión del Gobierno socialista en París de elevar al 75 % los impuestos a los más ricos.