Detectan en tres días 14 casos de falsos secuestros en Badalona (Barcelona)

Los Mossos d'Esquadra de la comisaría de Badalona (Barcelona) han tenido conocimiento en tres días de hasta 14 casos de secuestros virtuales en la ciudad, pese a que hasta el momento sólo han sido denunciados seis, ha informado la Policía de la Generalitat en un comunicado.

Este tipo de delito consiste en hacer creer a las víctimas, mediante llamadas telefónicas aleatorias, que un familiar suyo ha sido secuestrado y pedirles un ingreso inmediato de dinero.

En Badalona, las 14 llamadas han reproducido el mismo “modus operandi”: un hombre se pone en contacto con la víctima y, de forma muy agresiva, le asegura que ha secuestrado a su hijo.

Para dar más veraci dad a la amenaza, utilizan a un menor que simula ser el niño secuestrado y que grita y llora pidiendo ayuda.

La condición que pone el extorsionador para dejar en libertad a la persona supuestamente secuestrada es que la víctima del engaño haga un ingreso a través de una empresa especializada en envíos urgentes de dinero o a través de internet.

Las llamadas siempre se realizan a teléfonos fijos y el estafador reclama cantidades que oscilan entre los 5.000 y los 10.000 euros, si bien acaban aceptando importes menores que la víctima pueda conseguir en pocos minutos.

En ninguno de los casos las víctimas llegaron a efectuar el pago, a veces porque no llegaron a dar veracidad a la amenaza, y en otras ocasiones porque hicieron llamadas de verificación desde su móvil a sus hijos para comprobar su situación.

Ante la proliferación de esta operativa delictiva, los Mossos piden a las víctimas que mantengan la calma y que llamen al número de emergencias 112.

Advierten que es importante no facilitar ningún dato personal al extorsionador y que, de ser posible, se grabe la conversación telefónica, ya que puede ser útil para que los investigadores puedan identificar a los delincuentes.

En los últimos meses se ha detectado que los supuestos secuestradores utilizan técnicas mas agresivas, con amenazas de carácter más intimidatorio sobre las consecuencias para el familiar en caso de que la víctima no haga el depósito en la cuenta bancaria, como la extirpación de órganos o el contagio de enfermedades infecciosas como el VIH.