El juez Eloy Velasco destaca avances en la intervención remota de ordenadores

El magistrado del juzgado central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional, Eloy Velasco, ha destacado hoy las nuevas posibilidades legales de intervención remota de ordenadores que, pese a las dificultades técnicas, empiezan a ser utilizadas por los jueces españoles.

“Registros remotos de ordenadores únicamente he hecho dos hasta la fecha, es una operación muy trabajosa técnicamente porque los medios no están suficientemente adelantados, pero supone una oportunidad increíble desde el punto de vista procesal”, ha explicado.

Velasco ha participado hoy en el séptimo encuentro interterritorial de jueces organizado en Valencia por la Asociación Profesional de la Magistratura (APM), que se ha celebrado en Valencia entre ayer y hoy.

En su intervención, sobre “Control remoto de ordenadores, ciberseguridad y piratería”, ha explicado que la última reforma del Código Penal permite tanto el espionaje de ordenadores mediante la instalación remota de un determinado software como la monitorización de un determinado puesto a través de un administrador de sistemas.

“Esta última opción es más sencilla que la del troyano espía, por las complicaciones que suponen los antivirus y lo difícil que es que alguien instale algo que nos permita colarnos en su ordenador sin ser consciente de ello”, ha agregado Velasco.

Esto es posible en la investigación de delitos relacionados con organizaciones criminales, terrorismo, contra la Constitución, defensa nacional o los que se cometan a través de las telecomunicaciones.

A la hora de practicar este tipo de pesquisas, ha insistido el juez Velasco, el instructor ha de preservar todos los derechos que se puedan ver afectados: el honor, propia imagen, secreto de las telecomunicaciones, protección de datos e intimidad informática, por lo que “hay que bajar a los hechos y las circunstancias” a la hora de autorizarlas, “no es un trabajo de autómata”.

Ha insistido en el hecho de que, dentro de un mismo delito “hay cosas más y menos graves”, y ha puesto los ejemplos de odio o enaltecimiento en el caso de terrorismo para reforzar la prevalencia del criterio del juez en cada caso.

En este punto ha lamentado la supresión de las faltas en el ordenamiento penal, como la de injurias, que no dejaban antecedentes penales en el condenado pero permitía mayor flexibilidad al juez.

Tras el juez Velasco ha intervenido el director de Seguridad y Prevención del Fraude de Telefónica, Bernardino Cortijo, comisario en excedencia, abogado, ingeniero de Caminos y licenciado en Matemáticas, que ha expuesto algunos de los delitos tecnológicos más comunes, como robo de identidad, pornografía infantil, injurias o chantajes.

Cortijo ha advertido de que determinados dispositivos de reciente implantación, como los relojes inteligentes, no disponen de estándares de seguridad tan desarrollados como el de teléfonos, ordenadores o tabletas, aunque tienen capacidad de realizar operaciones como el pago electrónico, por lo que ya existe actividad delictiva orientada a la intervención de estos dispositivos.