Empleados públicos de Nueva York venden sus acciones en la industria de armas

El fondo de pensiones del sindicato de empleados públicos de la ciudad de Nueva York ha acordado vender todas sus acciones de empresas fabricantes de armas y municiones, valoradas en unos 16 millones de dólares.

“Nuestros funcionarios no quieren que con dinero de sus pensiones se apoyen a compañías cuyos productos desgarran familias y destrozan comunidades”, afirmó el fiscal de cuentas neoyorquino, John Liu, al anunciar la decisión de los funcionarios de la ciudad.

El fondo de pensiones del sindicato de empleados públicos de Nueva York, que sigue los pasos de otros sindicatos como el de los maestros, se desprende así de sus participaciones en Alliant Techsystems, Olin Corporations, Sturm Ruger & Company, Smith & Wesson y Forjas Taurus.

La oficina de Liu detalló que la prevalencia de la violencia de las armas en Estados Unidos llevó a los responsables del fondo, que maneja activos por 45.700 millones de dólares y cuenta con 345.000 miembros, a revisar sus inversiones en la industria armamentística.

“La venta de estos activos es el resultado de esa revisión de la exposición de nuestra inversiones en la industria de las armas después de las recientes tragedias, incluida la matanza en la escuela primaria de Newtown”, indicó.

Fue después de la matanza de 20 niños y seis adultos en la escuela primaria Sandy Hook, el 14 de diciembre pasado, cuando la junta directiva del fondo de pensiones pidió una evaluación de sus inversiones en la industria de armas de fuego.

“La violencia de las armas es un problema nacional y es una pena que vivamos con miedo de perder la vida o de nuestros seres queridos por esa violencia sin sentido, por eso aplaudo la decisión del sindicato”, dijo el presidente del condado de El Bronx, Rubén Diaz.

Por su parte, la directora ejecutiva del sindicato de empleados públicos de Nueva York, Lillian Roberts, recordó que las armas son responsables de dos tercios de los asesinatos en el país y mata al año a más de 30.000 personas.

“La violencia de las armas cuesta a EEUU unos 100.000 millones de dólares anuales y con esta decisión mandamos un mensaje contundente a la industria armamentística que para nuestro sindicato no es aceptable seguir invirtiendo en sus productos”, sentenció.

Después de la matanza de Newton, el fondo de inversión Cerberus, uno de los mayores del mundo, ya anunció que iba a vender su participación en Freedom Group, fabricante del rifle semiautomático usado por Adam Lanza, autor de esa matanza.