España confía en que aún se puede reconducir el conflicto de Ucrania

España considera que es posible aún reconstruir la confianza en el seno de la OSCE, cuya cumbre se clausura hoy en Belgrado, pese a la tensión y las diferencias de posturas sobre el conflicto de Ucrania.

“No diría que ha tocado fondo, pero la conciencia de todos es que las cosas están muy mal y no somos capaces de entendernos en temas esenciales, pero todos han dicho que es imprescindible que nos empecemos a entender”, explicó a Efe Ignacio Ybáñez, secretario de Estado de Exteriores de España.

En un aparte de la reunión ministerial, la más importante que celebra cada año la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), el diplomático español reconoció que este foro está en crisis y que el enfrentamiento entre el Gobierno de Ucrania y los separatistas pro rusos lo ha paralizado mucho.

“La percepción que tienes es que todo el mundo es consciente de que hay que hacer un esfuerzo, ninguno sabe cómo, pero hay que hacer un esfuerzo para que la OSCE vuelva a ser un lugar de diálogo”, dijo.

Ybáñez se refirió al informe presentado ayer por un grupo de diplomáticos y analistas en el que se advierte de que Europa atraviesa su mayor crisis de seguridad desde que terminó la Guerra Fría y desapareció la Unión Soviética.

“Cuando hay falta de confianza y eso se aplica a cualquier tema del mundo de la seguridad, las cosas se te pueden ir de las manos. Todos pensamos en el incidente del avión ruso derribado por los turcos”, ejemplificó el representante español.

La revolución popular que acabó derribando al Gobierno pro ruso de Ucrania a principio de 2014 degeneró en una grave crisis política, con la región de Crimea siendo anexionada por Rusia y con una situación de guerra en el este, entre rebeldes rusófilos y el Gobierno central de Kiev.

La OSCE, que reúne a 57 países desde Norteamérica a Europa y Asia, tiene un importante papel de mediación en la crisis y tiene desplegada una misión para vigilar el alto el fuego pactado el pasado febrero y que es sistemáticamente violado por ambas partes.

Los discursos y documentos presentados en Belgrado muestran que pese a lo alejado de las posturas, entre la mayoría de socios de la OSCE, que habla de una agresión de Rusia, y Moscú, que considera que el cambio de régimen en Ucrania fue forzado por Occidente, la cumbre ha servido, al menos, para aceptar que es imprescindible dialogar.

Ybáñez aseguró no ser por completo optimista sobre esa crisis, pero sí que ha notado que todos los países han subrayado que es necesario dialogar.

Para el secretario de Estado, no se ha llegado aún al punto de no retorno y la situación todavía puede ser reconducida.

“Hay un cierto rayo de esperanza de que eso pueda avanzar”, confió.

En ese sentido, hay dos elementos esenciales. Por un lado, que todos, aun Rusia, están de acuerdo de que el camino para la paz es la tregua firmada en febrero en Minsk.

“Hay que exigir a todas las partes, a Ucrania, a Rusia, a los rebeldes. Todo el mundo tiene que cumplir Minsk”, reclamó Ybánez.

Por otro, que hay que reafirmar los llamados principios de Helsinki (como los de respeto a la soberanía y renuncio al uso de la fuerza), firmados en 1975 en un intento de relajar las tensiones de la Guerra Fría, y que fue el punto de partida de la OSCE.

“No es un problema de principios, ni siquiera de instituciones. No tenemos que inventar nada nuevo. Lo que tenemos que ver es cómo hacemos para que esas instituciones y esos principios se apliquen y recuperar lo que teníamos antes de la crisis de Ucrania”, resumió el secretario de Estado.

Según Ybáñez, la tensión respecto a Ucrania no se manifiesta en un enfrentamiento en el formato 56 contra Rusia, ya que aunque está generalizada la opinión de que la anexión de Crimea fue ilegal, muchos países también exigen al Gobierno ucraniano que haga su parte la resolución del conflicto.

Por Antonio Sánchez Solís