España dice que no puede haber reconciliación en El Salvador si hay impunidad

En El Salvador no habrá una “auténtica reconciliación” si no se hace justicia en los crímenes de guerra, aseguró hoy el secretario de Estado para la Cooperación y para Iberoamérica de España, Fernando García Casas, ante la tumba de los jesuitas españoles asesinados en 1989 por el Ejército.

“No puede haber perdón, no puede haber auténtica reconciliación si continúa la impunidad” y “como Gobierno y Ministerio de Asuntos Exteriores lo tenemos muy presente”, aseguró García Casas, cuyo país pide en extradición a 17 militares a los que se les atribuye el crimen ocurrido en la guerra civil salvadoreña (1980-1992).

García Casas visitó la Universidad Centroamericana (UCA), donde colocó una ofrenda floral en el mausoleo de los religiosos, como parte de su visita a El Salvador para asistir hoy a la conmemoración de los 25 años de la firma de los Acuerdos de Paz.

El alto funcionario español destacó que los sacerdotes “acompañaban, ayudaban y querían” a la sociedad salvadoreña y que “esa sangre tan injustamente vertida” tiene que servir de “simiente” para que el país alcance nuevos acuerdos que le permitan salir de la “violencia y la excesiva desigualdad” que vive en la actualidad.

La noche del 16 de noviembre de 1989, un escuadrón del batallón elite Atlacatl del Ejército irrumpió en el campus de la UCA y asesinó a los españoles Ignacio Ellacuría, Segundo Montes, Ignacio Martín-Baró, Armando López y Juan Ramón Moreno, y al salvadoreño Joaquín López.

En el hecho, ocurrido en los días de una ofensiva guerrillera, también fueron ultimadas la colaboradora de los religiosos Elba Julia Ramos y su hija Celina.

Por este crimen solo guarda prisión preventiva el coronel Guillermo Benavides, que espera que un tribunal decida si cumple una pena de 30 años impuesta en 1992 que fue conmutada por una ley de amnistía emitida en 1993, misma que un tribunal Constitucional anuló en julio del 2016.

A mediados de agosto anterior la Corte Suprema de Justicia (CSJ) dio un nuevo portazo a la justicia española al negar por segunda ocasión la extradición de Benavides y otros tres militares detenidos a petición de la Audiencia Nacional de España.

La misma orden de captura pesa sobre otros 12 implicados que se mantienen prófugos desde febrero de 2016, cuando la Policía salvadoreña intentó hacer efectivas las detenciones.