Exgestores del Niemeyer defienden su labor

Los responsables de la Fundación Niemeyer entre 2007 y 2011 han defendido hoy su labor al frente de un centro cultural que permitió “situar a Avilés en el mapa” con una gestión “muy buena” de un equipamiento que tuvo “un problema de ingresos y no de gastos”, y que hoy ven convertido en un juguete roto.

“Ustedes no se dan cuenta del juguete que entre todos rompimos. Las denuncias han sido exageradas y se ha desaprovechado una ocasión muy buena. No estábamos de vacaciones, no mentimos, hicimos nuestra labor y podemos estar orgullosos”, ha subrayado hoy ante la comisión parlamentaria de investigación el ex subdirector del centro, Joan Picanyol.

Picanyol, el principal colaborador del ex director del centro, Natalio Grueso, junto al exresponsable de producción, Marc Martí, ha señalado que los problemas de ingresos del Niemeyer vinieron derivados del incumplimiento de los compromisos adquiridos por los patronos, incluido el Principado, sobre las cantidades a aportar.

Tras rechazar que los antiguos responsables estuviesen esperando “un maná de dinero público sin control”, Picanyol ha incidido en que el único “escándalo” en torno al Niemeyer fue la “poca visión” de quienes “lo destruyeron”, en alusión al Gobierno de Foro.

Según el ex subdirector, el Centro Niemeyer representa “totalmente lo contrario” a los posibles despilfarros que se hayan podido cometer en iniciativas similares como la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia, “que costó 500 millones y ahora está cerrada porque se está cayendo”, y más durante un periodo donde en España se pagaron algunos de los cachés más elevados del mundo.

“Los Rolling Stones tocaron en El Ejido.....”, ha recordado antes de advertir de que la rentabilidad para Asturias y para Avilés de la inversión realizada en el Niemeyer “está fuera de duda”, como lo reflejó un informe que cifró en 84 millones el coste en términos publicitarios de los impactos logrados en la prensa internacional.

En este sentido, el ex director de producción, que al igual que Picanyol sigue trabajando junto a Natalio Grueso en su actual destino en el área de Cultura del Ayuntamiento de Madrid, ha lamentado hoy la “manifiesta voluntad” del Gobierno de Foro de “acabar” con el centro avilesino “por razones políticas”.

En sus respuestas a los diputados, el ex director ha asegurado sentirse “orgulloso” de la gestión realizada “en un lugar que partía de cero” y requirió de un “notable” esfuerzo “para situarlo en el mapa” y cuyos resultado fueron “buenos”, aunque nadie lo ponga de relieve dado que el proyecto “desgraciadamente se truncó”.

“Se hicieron catorce exposiciones, 45 conciertos, se proyectaron 130 películas y se organizaron más de treinta congresos y eventos, pero nadie habla nunca del trabajo que hicimos”, ha señalado.