Exjefes paramilitares colombianos pedirán perdón a las mujeres a las que violaron

La Fiscalía ordenó hoy a varios exjefes paramilitares de las disueltas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) que pidan perdón a las mujeres a las que sometieron a abusos sexuales durante el tiempo que permanecieron activos.

La exigencia se recoge en la segunda parte de la extensa sentencia que comenzó a leerse el pasado 31 de octubre contra Salvatore Mancuso, que desde mediados de la década del 90 dirigió el bloque Catatumbo de las AUC, de las que llegó a ser el máximo comandante.

En la ampliación del fallo, de más de 4.500 páginas, la magistrada encargada del caso añadió como “patrón de criminalidad” atribuido a Mancuso el de “violencia basada en género, con prácticas como prostitución y/o esclavitud sexual, acceso carnal violento, actos sexuales abusivos, esterilización forzada y abortos forzados”.

Dentro de este apartado, ordenó tanto a Mancuso, extraditado en 2008 a Estados Unidos, como al resto de exjefes paramilitares juzgados en la misma causa que ofrezcan disculpas a las víctimas de abuso sexual.

Por ello, también tendrán que pedir perdón, entre otros, Jorge Iván Laverde Zapata, José Bernardo Lozada Artuz, José Gregorio Mangones Lugo, Leonardo Enrique Sánchez Barbosa, Sergio Manuel Córdoba Ávila, Miguel Ramón Posada Castillo y Julio Manuel Argumedo García, según la Fiscalía.

En el fallo se analizan 1.426 hechos que involucran 175 cargos por violencia basada en género, 609 por desaparición forzada, 405 por desplazamiento forzado, 149 por reclutamiento ilícito y 87 por homicidio que abarcan 5.175 conductas punibles.

La suma de varios patrones de macrocriminalidad fue destacada por investigadores de la Fiscalía, que consideran que sienta un precedente para acelerar otros procesos contra paramilitares procesados.

Mancuso deberá además resarcir a 9.500 víctimas que fueron escuchadas en los departamentos de Norte de Santander (noreste) y Bolívar (norte), como parte de una reparación integral.

En la primera lectura emitida en octubre, este temido exjefe paramilitar fue condenado a ocho años de prisión, el máximo que prevé la Ley de Justicia y Paz para los paramilitares de las AUC, organización disueltas en 2006.

La Justicia considera probado que Mancuso cometió torturas, desaparición forzada, homicidio en persona protegida y desplazamientos.

Sin embargo, es poco probable que ingrese en una prisión colombiana, añadieron las fuentes, puesto que actualmente cumple condena en Estados Unidos por narcotráfico, lavado de activos y financiación al terrorismo y deberá completar su pena allí antes de responder por las masacres en su país.

Entre las matanzas que se efectuaron bajo su mando destacan la de Tibú, donde fueron asesinadas 21 personas, y la de Gabarra, donde perecieron más de 100 personas, ambas ocurridas en el departamento de Norte de Santander (noroeste) entre los años 1999 y 2000, en el periodo más sangriento del paramilitarismo.