Expertos señalan que la sociedad debe ser consciente de la amenaza que supone el terrorismo global

El analista principal del Instituto Español de Estudios Estratégicos y capitán de fragata de la Armada, Federico Aznar, ha sostenido que “hay que ser conscientes de la amenaza” que supone el terrorismo global, para señalar que en España “nos sentimos libres porque nos sentimos seguros”, pero “no debemos olvidar nunca que hemos sido un país que ha padecido el mayor atentado que se ha dado en Europa occidental en los últimos 50 años”.

Así lo ha expresado en referencia al atentado de terrorismo yihadista que tuvo lugar en la red de cercanías de Madrid el 11 de marzo de 2004 en el que fallecieron 192 personas, con ocasión de las VI Jornadas Internacionales sobre Terrorismo 'Diez años después del 11-M. El terrorismo global', de las que es coordinador y que se celebran en el Palacio de la Aljafería de Zaragoza, organizadas por la Fundación Manuel Giménez Abad y el Instituto Español de Estudios Estratégicos.

Aznar ha alegado que “hay que pensar sobre el terrorismo para poder atajarlo” y la ciudadanía “tiene que estar implicada en la seguridad”. A su entender, “la reflexión nos ayuda a encontrar soluciones y también a que la sociedad vea cuáles son los peligros a los que enfrentarse”.

No obstante, ha precisado que no hay que tener miedo porque “ese es un sentimiento que agota nuestra libertad”, pero sí “prevención y adoptar medidas que dentro de nuestra cultura democrática”, algo que se logra “adaptándonos, sabiendo que están ahí y evitando que se acerquen a nuestro espacio”.

Ha añadido que “hay que estar alerta” porque “nos pudieron sorprender una vez ya que nadie esperaba algo así”, ha dicho en relación al 11-M, “pero dos veces no sería justificable”, respecto a lo que ha apuntado que los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado “han hecho su trabajo, se han adaptado, han puesto sus antenas, captan la realidad, están atentos a todos los movimientos”.

Además, ha defendido la importancia de los valores democráticos cuyo poder “es la voluntad concertada de millones de personas”, algo que ha considerado una “fuerza aplastante”, y también ha afirmado que la ciudadanía debe estar al tanto de las políticas de seguridad y defensa ante el terrorismo, del que ha dicho que “es un teatro permanente que demanda audiencia” y cuya esencia “no cambia, pero sí su forma”.

En este punto, ha argumentado que para derrotar al terrorismo hay que “conocerlo” y “explicarlo” y eso lleva al análisis “desde una pluralidad de perspectivas”, que es el objeto de estas jornadas, ha glosado.

SE PUEDE HACER MÁS

El profesor de la Universidad Rey Juan Carlos, Rogelio Alonso, que ha pronunciado la ponencia 'El terrorismo global en España: riesgos y amenazas', ha opinado que “siempre se puede hacer más” y ha estimado que “la atención decae, cuando la violencia explicita decae” y entonces “las prioridades pasan a ser otras”, a pesar de lo cual “los problemas permanecen y se hacen manifiestos cuando hay atentados terroristas”.

En este punto, ha señalado que tras el 11-M en Madrid, aumentó la concienciación social, pero “la atención mediática y de las élites políticas fluctúa” y “no todas las respuestas que se habían planteado se mantienen”.

Asimismo, ha advertido de que “a veces, cuando intentamos concienciar, en algunas ocasiones hay un efecto contrario” y se realiza un tratamiento informativo “sensacionalista” y “superficial”.

Respecto a las élites políticas, ha lamentado que todavía no se haya presentado en España el plan de lucha contra la radicalización, incluido dentro de la Estrategia Internacional contra el Terrorismo Integral y la Radicalización, que sí se ha aprobado internamente, para remarcar que “lo importante es aplicarlo”.

Por su parte, el profesor de la Universidad Autónoma de Madrid, Luis de la Corte, que ha hablado sobre 'El 11-M visto con diez años de perspectiva. Presente y futuro del terrorismo global', ha expuesto como conclusión que “el aviso, las claves” y “la proliferación de redes” de terrorismo islamista era algo conocido antes del 11-M, pero “seguimos tomando decisiones a golpe de telediario y a posteriori y eso tiene que cambiar”.

De la Corte ha achacado esta situación a que en España “no hay consenso” político en esta materia y así “es imposible hacer trabajos de planificación”. Asimismo, “en otras dimensiones, esto pasa también en Europa, donde la cooperación y planificación a largo plazo se puede mejorar” y si bien “se ha hecho un trabajo de prevención, no se han utilizado todos los recursos de los que se disponen”.

RECLUTAMIENTO DE JÓVENES

La profesora de la Universidad de Bremen (Alemania), Matenia Sirseloudi, que ha tratado sobre 'Los actores individuales en el terrorismo global: significado y valoración de la amenaza', se ha referido al trabajo con los jóvenes y al reclutamiento por parte de estos movimientos en Europa, para sostener, por un lado, que la juventud actual es “más transnacional, tienen más movilidad”, y, por otro, su “percepción del riesgo es totalmente distinta” ya que “no tienen nada que perder”.

Por eso, “hemos de trabajar con ellos, tomarlos en serio, preguntarles qué quieren, qué objetivos tienen” y “luchar contra toda la propaganda”, algo que si bien “no podemos combatir en internet”, si incidiendo en su educación y teniendo en cuenta que la fase de radicalización “dura entre uno y tres años, no es inmediata, lleva un tiempo”.

Asimismo, ha incidido en la “importancia de la prevención” y “de la integración de las minorías”, para remarcar que “somos sociedades occidentales” y “no hemos de caer en la trampa de los terroristas y convertirnos en Estados represivos”.

Por su parte, el miembro del Colegio de Defensa de Suecia, Magnus Ranstorp, que ha disertado sobre 'La lucha contra el terrorismo global', ha enfatizado en las conclusiones de la sesión de la mañana, que “hace falta una red para acabar con otra red” y “hemos de ser más creativos” para “compartir intereses y métodos operativos” en Europa.

También ha indicado que “los que marcarán la diferencia serán los que trabajen a nivel local, en comunidades locales”, que “necesitan el apoyo de los de arriba” y “medios para que las cosas cambien”.

Finalmente, ha considerado que “hay que generar mensajes positivos y tener más confianza en lo que representamos, en los valores que nos definen, de calidad, dignidad y democracia” y “no dejar que los demás nos repriman”.