La reina Fabiola renuncia a la polémica fundación que creó para gestionar su patrimonio

“Deseosa de mantener la unidad, asumo plenamente la renuncia a mi fundación, aunque este gesto me duela mucho. He pedido, por tanto, que sea disuelta”, ha informado la viuda del rey Balduino, en un comunicado difundido por su abogado a través de la agencia de noticias Belga.

En el mismo comunicado, Fabiola, de 84 años de edad, sostiene que el objetivo primero de la fundación era el de “dar a conocer a las generaciones futuras la bella y profunda personalidad” de su marido. Pero añade que, “con el pleno respeto de la ley”, también quiso que esta fundación pudiera “acudir en ayuda de mis familiares en dificultades”.

Además, recalca que la dotación anual que recibe del Estado belga se destina en su totalidad a sufragar sus gastos y al mantenimiento de su residencia y asegura que “en ningún caso” tuvo intención de derivarlos a la fundación. Su intención era, añade la reina, financiar la 'Fons Pereos' con el patrimonio heredado de su familia española.

Con esta decisión, la reina sale al paso de las críticas recibidas por la creación de esta fundación, tras lo cual el Gobierno ha anunciado que enmendará los presupuestos generales para recortar la asignación que recibe Fabiola.

El propio primer ministro, el socialista valón Elio di Rupo, llegó a considerar “inaceptable” que se destinaran fondos públicos a esta institución y admitió que la actuación de Fabiola planteaba un problema “ético”.

Desde los medios de comunicación y varios grupos políticos se cargó contra 'Fons Pereos' al dar por hecho que se trataba de una maniobra de la reina Fabiola, que no ha tenido hijos, para legar sus bienes a sus sobrinos sin cumplir con el alto impuesto de sucesión que grava las herencias que no son para descendientes directos.

Fabiola, que conservó el título de reina pese a enviudar, ya preside desde 1993 otra institución, la Fundación Rey Balduino, que tiene por objetivo “mejorar las condiciones de vida de la población”, según informa la Casa Real belga.

Al anunciar la disolución de su nueva fundación, Fabiola se muestra “muy afectada” por las reacciones negativas y la “incomprensión” recibida y lamenta no haber valorado “el impacto político de un proyecto que, en su esencia, era de carácter privado”. “Siempre he tratado, y aún hoy lo hago, de servir a este país, que amo de corazón”, concluye el comunicado.