Fernández Díaz niega los sobresueldos en B del PP y explica que en Génova cobraban un complemento que luego se declaraba

El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha negado este jueves la existencia del pago de sobres con dinero B en el PP y ha explicado que en la década de los noventa en la que él trabajó en la sede del partido en Madrid se cobraba un complemento de sueldo, pero que luego se declaraba y se recogía en el IRPF.

“Cobrábamos una nómina, la recuerdo perfectamente en esos años, que era un complemento de sueldo por la dedicación que en el marco de la Ley de compatibilidades, como es lógico, era oficial, estaba en la declaración de la renta y cotizaba por el IRPF”, ha explicado Fernández Díaz en una rueda de prensa ofrecida en la sede del Ministerio del Interior para ofrecer el balance de inmigración.

Según ha dicho, esto era lo que sucedía en la época en la que él trabajó en la sede del PP en la calle Génova de Madrid entre el año 1991 y 1996, cuando desempeñaba las funciones de secretario de política autonómica “a las órdenes inmediatas de quien entonces era vicesecretario general de organización, Mariano Rajoy”.

“No tengo ninguna duda de que esas prácticas no se han producido. Por supuesto que yo no tengo conocimiento de que se hayan producido ese tipo de pagos”, ha dicho el ministro, quien ha pedido respetar la presunción de inocencia tanto del partido como de “las personas que están bajo sospecha”.

Ha defendido las medidas del PP de llevar a cabo una auditoria interna que se ponga a disposición de una auditoria externa. “Es una iniciativa muy loable, un ejercicio de transparencia que la sociedad demanda y que pone de manifiesto la voluntad de luchar contra la corrupción”, dice.

Sobre el descontento creciente entre la sociedad española ante los casos de corrupción, ha sostenido que ese sentimiento está “en la naturaleza de las cosas”. “Hasta los corruptos dirán que la rechazan. La corrupción es execrable”, ha dicho el ministro, quien ha defendido el sistema al ser preguntado por la posibilidad de que una mayoría social termine por compartir consignas como la de 'No nos representan' popularizada contra la clase política por movimientos como el 15M.

“Hay que poner en valor el sistema”, ha reivindicado, al tiempo que ha replicado que “los movimientos antisistema es lógico que estén contra el sistema”, pero ha dicho que “su representatividad se ha podido medir en las urnas”: “no conozco que hayan tenido representación parlamentaria y la participación electoral, a pesar de todo, ha sido alta y hay una mayoría social que, con sus imperfecciones, cree en el sistema”.