Fernando Colomo afirma que “Picasso eligió el arte y perdió a los amigos”

El cineasta Fernando Colomo, que estrenó el pasado viernes “La banda Picasso”, ha afirmado hoy que su última película trata “sobre todo sobre la amistad y el arte”, ya que a su juicio el artista malagueño “eligió el arte y perdió a los amigos”.

Para el guión partió “de un hecho histórico que no se publicó hasta muchos años más tarde y luego quedó en el olvido”, la detención de Picasso y Apollinaire en 1911 como sospechosos del robo de “La Gioconda” en el Louvre, ha explicado a los periodistas Colomo, que ha contado esta tarde en el Museo Picasso de Málaga cómo se hizo la película.

En la cinta aparece un Picasso “joven todavía, que no ha triunfado todavía, aunque al final de la película empieza a triunfar, y que quiere arriesgarlo todo y está dispuesto a jugarse su vida por ser el pintor más importante y más rompedor”.

En este episodio de su vida, el pintor malagueño “valora ante todo su salida, se plantea que le pueden devolver a España, que vendría humillado y ya no sería el Picasso que empezaba a triunfar en el París de 1911. Prefiere perder a los amigos y compañeros con los que había vivido una juventud de correrías y bromas, renunciar a eso y volcarse en el arte”.

Colomo cree que Picasso no estuvo implicado en la desaparición de “La Gioconda”, pero “sí estuvo detrás de otro robo, de cabezas ibéricas votivas, prerrománicas, que descubrió junto a su amigo Manolo Hugué apiladas en el Louvre y les encantaron. Hay diversas teorías, pero en la película las compró”.

Después del suceso de “La Gioconda”, Apollinaire “pasó cinco noches en la cárcel, fue juzgado, humillado e insultado, y se tuvo que apuntar a la Primera Guerra Mundial para conseguir la nacionalidad francesa, porque había nacido en Italia y tenía pasaporte ruso”.

Tras conocer bien la figura del malagueño para rodar la película, el director cree que se ha “exagerado mucho” sobre su leyenda negra y hay que “juzgarle o valorarle en su época”, porque “se habla de que era celoso, supersticioso, que se iba de putas y estas cosas, pero estamos a principios del siglo XX y la sociedad francesa y española practicaba este tipo de cosas”.

El director ha intentado evitar repetir el tono de otras películas suyas, aunque cree que le ha “salido bastante Colomo en muchos aspectos, pero quizá sea un Colomo diferente, con una primera parte con humor y divertida porque ellos eran divertidos, y después las cosas se ponen más serias”.

Por su parte, el actor malagueño Ignacio Mateos, que encarna a Picasso, ha señalado que el problema al afrontar el papel es que todo lo que leía acerca del pintor “era negativo, aunque en cuanto al arte el mejor y el máximo exponente”, y se planteó “cómo trabajar un personaje desde la negatividad absoluta”.

“Siendo malagueño, con tanta información que tenía me preguntaba cómo afrontar un personaje tan prejuzgado y con una conciencia colectiva tan concreta y clara”, ha dicho Mateos, quien ha añadido que, “cuando tuvo que elegir, Picasso optó por el arte y le salió bien”.