Figueres busca dirigir la ONU para recuperar el optimismo y la esperanza global

La costarricense Christiana Figueres es desde hoy candidata a la Secretaría General de Naciones Unidas, un cargo al que aspira para recuperar el optimismo y la esperanza mundiales en temas como la paz, el desarrollo humano y la lucha contra el cambio climático.

“Tenemos una tarea enorme: devolverle la esperanza al mundo”, dijo Figueres como una de las frases clave de su discurso en la presentación de la candidatura, llevada a cabo en un evento oficial en el Teatro Nacional, uno de los edificios emblemáticos de Costa Rica.

Figueres, que como secretaria ejecutiva de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC) encabezó la construcción del acuerdo global firmado en París en diciembre pasado, aspira a ser la primera mujer en ocupar la Secretaría General de la ONU.

En ese cargo, sus prioridades serían lograr la resolución pacífica de las disputas y fortalecer la capacidad de respuesta del organismo ante las crisis, desarrollar un modelo inclusivo de multilateralismo, conseguir la paz duradera y fortalecer el organismo.

“Sin optimismo, sin la firme convicción de que nosotros los humanos sí somos capaces de solventar los problemas, no podemos ni empezar a avanzar”, dijo Figueres.

La costarricense, de 59 años, aseguró que “el optimismo que necesitamos no es irresponsable ni ingenuo; es paciente, empeñado en escuchar todas las perspectivas, prudente, dedicado a entender que los conflictos no se resuelven con más armas, sino con más diálogo”.

“Desde Costa Rica, todos juntos, lanzamos una invitación al mundo: los ciudadanos y las naciones unidas, bajo la bandera azul de las Naciones Unidas, si trabajamos juntos con ahínco y optimismo podemos devolverle la esperanza a la humanidad para cosechar más libertad, desarrollo, solidaridad y justicia, pero sobre todo más paz para mañana”, declaró Figueres.

En la campaña por la secretaría de la ONU, la costarricense competirá con otras cinco mujeres: la ex primera ministra neozelandesa Helen Clark; la búlgara y directora de la UNESCO, Irina Bokova; la croata Vesna Pusic; la moldava Natalia Gherman y la ministra de Exteriores argentina, Susana Malcorra.

Los candidatos masculinos son el exministro de Exteriores serbio Vuk Jeremic; el que fuera responsable de Exteriores macedonio, Srgjan Kerim; el portugués Antonio Guterres; el expresidente esloveno Danilo Turk y el ex primer ministro de Montenegro y actual responsable de Exteriores del país, Igor Luksic.

Figueres dijo que mantiene buena relación con todos los aspirantes y destacó que cada uno de ellos tiene “virtudes y logros”.

La costarricense enfatizó en que el acuerdo global contra el cambio climático alcanzado con su dirección es un ejemplo del multilateralismo que debe seguir el planeta para reducir la pobreza y buscar la paz.

“Ese ejemplo de multilateralismo exitoso no fue un accidente, fue estrategia y actitud. Seis años de reconstruir confianza, colaboración y transparencia. El acuerdo de París puede ser una excepción o podría llegar a ser la norma del multilateralismo del siglo 21. Solo de esa manera podremos hacerle frente a los grandes retos globales”, manifestó.

De llegar al cargo, la costarricense prometió que continuará alzando la voz sobre el reto urgente que significa el cambio climático y sus implicaciones en el desarrollo humano y de los países del orbe.

La costarricense también comentó que ejercerá el cargo con la imparcialidad e independencia que requiere para mejorar el clima de diálogo y aseguró que su actitud será de “escucha y paciencia” para lograr la resolución de conflictos.

La candidatura de Figueres se oficializó con la presencia del presidente del país, Luis Guillermo Solís, el gabinete, el cuerpo diplomático, personalidades del país y escolares.

La candidata es hija del tres veces presidente de Costa Rica, José Figueres Ferrer, ya fallecido, quien lideró la revolución armada de 1948 y que luego, ese mismo año, abolió el Ejército.