La Fiscalía pide en apelación un año más de cárcel para el etarra Elgorriaga

La Fiscalía francesa pidió hoy en apelación endurecer la pena, con un año más de cárcel, para Tomás Elgorriaga Kunze, que en 2016 fue condenado como miembro del aparato logístico de ETA a cinco años de prisión, tres de ellos exentos de cumplimiento.

El fiscal del Tribunal de Apelación de París, Pascal Fourré, insistió en que, según los elementos de la instrucción, Elgorriaga (de 53 años y natural de San Sebastián) estuvo integrado en la estructura etarra en Francia entre mediados de 1999 y mediados de 2001.

“Debería tener el valor de asumir sus responsabilidades y las consecuencias”, subrayó Fourré, que durante la vista destacó las “contradicciones” o “los recuerdos confusos” del acusado en sus declaraciones.

Le reprochó su estrategia de defensa, que pasa por afirmar que durante esos dos años no sabe ni en qué partes de Francia estuvo ni con qué personas estaba viviendo y que sólo al final descubrió que “alguno de ellos” pertenecía a la organización terrorista.

Según su relato, huyó de su domicilio en el País Vasco en 1999 porque se sentía acosado por las fuerzas de seguridad españolas, tras haber estado detenido durante seis meses el año anterior por colaboración con ETA.

Después de pasar varios meses en un refugio en los Pirineos, que tampoco situó, durante cerca de dos años lo alojaron en dos viviendas en Francia hasta marzo o abril de 2001, cuando ETA le proporcionó documentación falsa para ir a Alemania, donde vivió con esa identidad hasta su arresto en octubre de 2014.

Alemania lo entregó a Francia, donde estaba reclamado porque había sido condenado en rebeldía en cuatro ocasiones entre 2003 y 2008 por su pertenencia a la banda.

Las cuatro causas quedaron reunidas en el juicio de marzo del pasado año ante el Tribunal Correccional de París, en el que recibió una pena de cinco años, recurrida de inmediato por la Fiscalía.

Elgorriaga Kunze, como en primera instancia, reiteró hoy que ni pertenece a ETA ni trabajó para la banda y sólo admitió que entregó fotografías a la organización que sirvieron para confeccionar documentos de identidad falsos, de los que la policía se incautó de catorce en su domicilio de Friburgo.

Fourré, por su parte, hizo hincapié en que “ETA nunca habría corrido el riesgo de tener en su seno a un desconocido” y tampoco habría alojado a alguien “sin esperar a cambio sacar partido de sus competencias”, en este caso de Elgorriaga como ingeniero.

Consideró “demostrada su participación activa en la organización terrorista”, más en concreto en la logística, como lo prueba el alias “Teo” encontrado en escondites de ETA desmantelados en Bidart, Bayona, Dax, Limoges y Bergerac.

En Dax, la Fiscalía señaló que diferentes elementos apuntan a que fue el propio Elgorriaga el que alquiló el piso franco descubierto por la policía en septiembre de 2000, donde fue arrestado el entonces responsable de logística, Asier Oyarzábal, quien en un documento requisado más tarde la llamaba “la casa de Teo”.

En esa vivienda se encontró un sobre que llevaba el nombre “Teo” y en cuyo interior había cuatro fotos de Elgorriaga Kunze que sirvieron para los documentos falsos que luego se incautaron.

En particular un pasaporte suizo que estaba en otro piso franco de ETA, localizado por los agentes en Limoges en junio de 2004.

En otra casa de Bayona donde ETA tenía un taller de falsificación y de fabricación de explosivos, se hallaron correos a nombre de “Teo” sobre la adquisición de material especializado de elaboración de documentos para la acción clandestina.

El Tribunal de Apelación de París dictará sentencia en este caso el próximo 2 de marzo.

La defensa pidió que se mantenga la pena del Correccional de 2016, que sin el recurso de la Fiscalía le debería haber permitido quedar en libertad hace ya meses.