Forenses niegan que guerrilleros recibieran tiros de gracia tras un bombardeo de la Fuerza Aérea Colombiana

El informe forense efectuado a los 27 guerrilleros muertos en un bombardeo la semana pasada en el suroeste de Colombia descarta que, tal y como denuncian las FARC, los subversivos recibiesen tiros de gracia, indicó hoy a Efe el Instituto de Medicina Legal.

Esta entidad fue la encargada de identificar y examinar los cadáveres recogidos tras el bombardeo en Guapi, en el departamento del Cauca, en el que murió Pedro Nel Daza Martínez, alias “Jairo Martínez”, que fue miembro del equipo negociador de paz de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Los forenses sostienen que en ninguno de los cuerpos se hallaron “residuos de disparo a corta distancia” mientras que sí encontraron en todos ellos “quemaduras producto de artefacto explosivo”.

El equipo negociador de las FARC había denunciado hoy desde La Habana que el bombardeo de la Fuerza Aérea se ejecutó “con uso excesivo de la fuerza”, “fue una masacre” y, “según testimonio de los sobrevivientes, varios heridos fueron rematados con tiros de gracia por la tropa oficial cuando reclamaban auxilio”.

El grupo armado pidió que los cadáveres de los 27 guerrilleros fueran examinados por forenses nacionales e internacionales bajo la supervisión del Comité Internacional de Cruz Roja (CICR) para obtener “un informe confiable en torno a las circunstancias de su muerte”.

“Jairo Martínez”, que también era miembro del Estado Mayor Central de las FARC, se incorporó al equipo de paz de las FARC en Cuba en febrero de 2014 y ocho meses después regresó a Colombia para, según los subversivos, realizar una “misión de pedagogía de paz”.

Por el bombardeo del 21 de mayo, las FARC suspendieron el alto el fuego unilateral e indefinido que mantenían desde hacía cinco meses.