Las Fuerzas Armadas regresan a la mayor favela de Río para dar apoyo a la Policía

Las Fuerzas Armadas de Brasil regresaron hoy a la Rocinha, la mayor favela de Río de Janeiro, para dar apoyo a la Policía en la búsqueda de armas y drogas en la comunidad, informaron hoy fuentes oficiales.

Se trata del segundo día consecutivo en que militares brasileños actúan en la barriada, después de una operación conjunta este lunes con la Policía Militarizada en la que actuaron 1.110 hombres.

Según divulgó el Comando Militar del Este, la operación de este miércoles es un seguimiento a la de ayer y en ella participan 600 militares. El espacio aéreo fue restringido.

La Rocinha, con una vista privilegiada sobre una de las playas más turísticas de Río, está ubicada en un cerro que divide los lujosos barrios de Sao Conrado y Gavea, y sobre la única avenida que comunica la zona sur y la oeste de la ciudad, por lo que es estratégica tanto para los narcotraficantes como para el tráfico.

Con más de 60.000 habitantes, es uno de los principales reductos del tráfico de drogas en Río de Janeiro.

El pasado 17 de septiembre, decenas de narcotraficantes intentaron invadir la barriada para hacerse con el control del tráfico y la venta de drogas en la favela y expulsar a la facción criminal que la domina, lo que se tradujo en una semana de intensos tiroteos que sembraron el pánico entre sus habitantes.

Debido a ello, el Gobierno brasileño autorizó el envío de 1.000 militares y diez blindados a la favela, en la que permanecieron una semana, entre el 22 y el 29 de septiembre, poniendo fin a la guerra entre narcotraficantes.

Sin embargo, tras su salida los tiroteos volvieron a producirse, obligando a la Policía a llevar a cabo varias operaciones en la comunidad.

Al menos diez personas han muerto en Rocinha desde el intento de invasión por parte de narcotraficantes en septiembre.

Ayer, la policía detuvo en la zona norte de Río de Janeiro a Danubia Rangel, de 28 años y esposa del narcotraficante Antonio Francisco Bomfin Lopes, líder del tráfico de drogas en Rocinha y que cumple pena en prisión.

Rangel, que estaba prófuga desde marzo del año pasado tras haber sido condenada a 28 años de prisión por narcotráfico, está acusada de haber desatado la actual “guerra” entre bandas rivales en la favela, cumpliendo órdenes dadas por su marido desde una prisión de alta seguridad.

Río de Janeiro vive una inusitada ola de violencia desde la celebración de los Juegos Olímpicos de 2016, que ha obligado al Gobierno del presidente Michel Temer a enviar unos 10.000 miembros de las Fuerzas Armadas para reforzar la seguridad en la región, con la perspectiva de que permanezcan allí hasta finales de 2018.

En lo que va de año, según asociaciones de la sociedad civil, en todo el estado de Río se han registrado unas 4.000 muertes en actos de violencia, entre ellas el asesinato de 107 policías, el último de ellos ayer por la noche.

El agente, que estaba fuera de servicio en el momento de su muerte, sufrió un asalto por parte de unos bandidos, que se llevaron el vehículo y la arma de la víctima.

Río de Janeiro afronta una de las mayores crisis económicas de su historia, después de que en junio del año pasado, poco antes de organizar los Olímpicos de 2016, se declarara en estado de “calamidad financiera” (quiebra).