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Galicia y Euskadi, laboratorios electorales para un remedio político

Galicia y Euskadi, laboratorios electorales para un remedio político

EFE

Madrid —

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Galicia y País Vasco serán el 25 de septiembre dos laboratorios electorales clave para el futuro político de España, sin gobierno desde hace casi un año, y por ello, los líderes de los principales partidos trabajarán sin descanso en ambos territorios para hallar el remedio contra el bloqueo.

El líder y candidato del PP, Mariano Rajoy, tiene claro que no podrá seguir dando pasos hacia una nueva investidura hasta el desenlace de las elecciones vascas y gallegas, y así se lo comunicó a su dirección en el Comité Ejecutivo Nacional de hace una semana.

Entre palabras de ánimo de su cúpula, más allá del malestar aún latente por el nombramiento (fallido) de José Manuel Soria como aspirante al Banco Mundial, el presidente del partido despejó las dudas: no se quedará al margen esperando que Pedro Sánchez mueva ficha con Podemos, sino al revés: lo seguirá intentando.

Pero la segunda parte de su estrategia para la investidura, tras la frustrada de hace dos semanas, no comenzará hasta después de las elecciones vascas y gallegas. ¿Por qué?

Porque en el PP, aunque menos optimistas que la encuesta reciente del CIS, manejan estudios internos que sitúan a Alberto Núñez Feijóo con la mayoría absoluta al alcance de la mano, apuntan a Efe fuentes de este partido.

Se movería el actual presidente de la Xunta entre los 38 escaños (franja de la mayoría absoluta) y los 41, lo que obligará a todo el PP, con Rajoy al frente, a movilizar a su gente.

De hecho, el líder nacional hará como en las dos anteriores elecciones gallegas: una campaña paralela de pueblo en pueblo; en suma, entre 15 y 20 actos durante dos semanas. Hoy ha comenzado en Pontevedra.

Los sondeos internos sobre Euskadi invitan a la alegría, pero con prudencia. “Hace unos meses las encuestas daban al PP seis escaños; ahora podría estar entre ocho y diez”, explican las fuentes.

Si Alfonso Alonso, el candidato, cumple esa expectativa optimista, los populares alzarán los brazos casi como si fuera una victoria.

Las fuentes consultadas consideran que tras los comicios del día 25, los destinos del PP y del PSOE se cruzarán, pero en direcciones opuestas.

Indican que si en Galicia y en País Vasco los populares van bien, o muy bien, a los socialistas les irá “fatal”, así que es muy probable que el día 26 de septiembre la cara de fortaleza de Rajoy contraste con el rostro de debilidad de Sánchez.

Y entonces se enervaría el PSOE, se removerían los críticos de Sánchez y “a esperar”, dicen las fuentes.

Pero estos son los cálculos del PP. Obviamente, el PSOE lo ve al revés.

Sus dirigentes han dicho en público que el resultado electoral de Galicia y del País Vasco no influirá en la posición de Pedro Sánchez y de la Ejecutiva contra Rajoy y contra el PP. Es un criterio firme no sujeto a coyunturas electorales.

Con todo, Sánchez viajará con frecuencia a Galicia y a Euskadi para apoyar a dos candidatos que, además, le son completamente afines.

Si los socialistas aguantan en las dos comunidades el acoso electoral de Podemos y de las Mareas, y los resultados soplan a su favor al colocarles en posiciones decisivas para la gobernabilidad de ambos territorios, Sánchez desembarcará en los órganos internos del PSOE con mayor fortaleza, por lo que podrían marchitarse los intentos de los sectores más críticos.

Pablo Iglesias afronta sus primeras elecciones tras la decepción del 26 de junio.

La dirección de Podemos considera que en Galicia puede auparse a la segunda posición y erigirse en referente, no sólo municipal, del relato político de la justicia social, lo que desmontaría a los socialistas. A exactamente lo mismo aspira en Euskadi.

A Albert Rivera, líder de Ciudadanos, le sucede algo parecido. Aterrizar en el Parlamento gallego podría significar que a Feijóo se le ha escapado la mayoría absoluta, de modo que su concurso sería clave para el siguiente gobierno. Aunque en Euskadi las perspectivas no son halagüeñas, internamente se consideraría un éxito alcanzar el escaño.

Así que el día 25 gallegos y vascos verán en las papeletas los nombres de Feijóo o Urkullu, de Idoia Mendia, Pili Zabala o Luis Villares. En lo que no verán puede que esté la fórmula del nuevo gobierno.

El día 26 Rajoy, Sánchez, Iglesias y Rivera deberán descifrarla.

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