Gobierno Chile destina 4,4 millones dólares a víctimas ataques incendiarios

El Gobierno de Chile destinará 3.000 millones de pesos (unos 4,4 millones de dólares), a las víctimas de la violencia rural en la región de La Araucanía, donde se vive el llamado conflicto mapuche, se informó hoy oficialmente.

La información la proporcionó a los periodistas el subsecretario de Prevención del Delito, Óscar Carrasco, quien precisó que los dineros serán pagados a quienes hayan sido víctimas de la violencia que se vive en la zona, bajo el actual gobierno de la presidenta Michelle Bachelet.

“Se trabaja con un catastro desde el año 2014. Este es un programa desarrollado por el Gobierno de la Presidenta Bachelet, es un dispositivo de Estado y comienza el año 2014”, recalcó Carrasco.

Esta forma deja afuera de este beneficio a las víctimas de hechos de violencia ocurridos en el Gobierno del expresidente Sebastián Piñera (2010-2014), situación que ha sido criticada por algunos agricultores.

Los comuneros mapuches también han manifestado su repudio a este privilegio, pues acusan que se está pagando a quienes han arrebatado territorio ancestral.

En el sur de Chile existe desde hace varios años el llamado conflicto mapuche, originado en reclamaciones de algunas comunidades por la propiedad de tierras que consideran ancestrales a empresas agrícolas o forestales que las poseen legalmente.

El conflicto ha derivado en episodios de violencia en los que han muerto varios comuneros, policías y agricultores, mientras varias decenas de indígenas han sido procesados y condenados por diversos delitos, principalmente ataques incendiarios

El pasado 23 de enero, la presidenta Michelle Bachelet, recibió un informe que serviría de base para diseñar una ley para la región de la Araucanía, con una serie de propuestas para fomentar el diálogo y combatir la violencia en la zona, escenario del conflicto mapuche.

Los principales ejes temáticos del documento tienen que ver con la paz, interculturalidad, desarrollo de la región, la equidad y el combate a la violencia que se registra en la zona, a unos 700 kilómetros al sur de Santiago.

En la oportunidad, el coordinador de la mesa de diálogo, Monseñor Héctor Vargas, señalo que “no cabe duda” que es “una región herida y fragmentada”.