El Gobierno de Melilla dice que el yihadista detenido en Melilla “era del PP como podía haber sido de otro partido”

El PP, nada más conocer su detención, aprobó su suspensión de militancia y expulsión del partido, aunque aclarando que el joven llevaba tres años sin pagar las cuotas y que no sabían nada de él en el partido desde entonces.

Daniel Ventura ha manifestado el arrestado, Hafid M., supuesto líder de una célula terrorista desmantelada por España y Marruecos esta semana con la detención de otros cinco individuos más, “podría haber sido de cualquier partido, pero eso no tiene nada que ver para que un sujeto pase por todo un proceso que lleva a la radicalización, y de ahí termine siendo un terrorista”.

El político ha indicado además que “el detenido sí trabajó en el centro, como también fue un afiliado y simpatizante del PP en su tiempo, pero mientras esos cambios su forma de vestir o en dejarse una barba larga no sean incompatibles con las labores diarias, no hay motivo para echar a nadie solo porque se deje barba o vista de forma diferente fuera del centro”.

Ventura, en cualquier caso, ha aclarado que “es la empresa que gestiona el Centro de Reforma la que de forma libre realiza la selección de personal”, y subraya que “lo que se hace desde la ciudad autónoma, es comprobar que se cumpla el contrato”.

Por último, Daniel Ventura ha confirmado también que la empresa ha tramitado el despido de este trabajador de 39 años, melillense con nacionalidad española, que ha sido arrestado en Marruecos acusado de liderar una célula que realizaba labores de captación y adoctrinamiento siguiendo la estrategia global de la organización terrorista Dáesh. Según el Ministerio del Interior, su actividad de captación al conformar una célula terrorista que pretendía dar “el paso a la yihad violenta con un peligroso nivel de activación”.

La investigación de la Policía Nacional y del servicio marroquí DGST constató que el grupo mantenía reuniones nocturnas de ámbito restringido, donde estarían planificando ataques terroristas de gran envergadura. Además, detectaron sesiones de entrenamiento físico, llegando, incluso, a simular asesinatos mediante decapitación.