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El Gobierno colombiano fortalece la confianza en la paz con el indulto a un grupo de las FARC

El Gobierno colombiano fortalece la confianza en la paz con indulto a un grupo de las FARC

EFE

Bogotá —

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El Gobierno colombiano anunció este domingo que indultará a 30 guerrilleros presos, una decisión orientada a construir confianza en el proceso de paz con el grupo guerrillero FARC tras los obstáculos surgidos en los últimos días en los diálogos que cursan en Cuba.

Los beneficiados por este perdón de la pena están recluidos en distintas cárceles del país por el delito de rebelión pero no han cometido “delitos graves”, según un comunicado de hoy de la Oficina del Alto Comisionado para la Paz, divulgado por la Casa de Nariño, sede del Ejecutivo.

Adicionalmente, “como parte de las medidas de construcción de confianza”, el Gobierno coordinará unas brigadas “con el fin de examinar las condiciones de salud de 106 miembros de las FARC” presos “y dispondrá lo necesario para su adecuada atención”, agregó el mensaje.

El comunicado puso énfasis en la necesidad de construir confianza entre el Gobierno y las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) en un momento complicado para el proceso de paz que coincide con el tercer aniversario del inicio de los diálogos en Cuba que se cumplió el pasado 19 de noviembre.

El viernes, el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, dejó entrever que el proceso no marcha al ritmo deseado al revelar que envió a La Habana a su hermano Enrique como emisario para proponerle al jefe de las FARC, Rodrigo Londoño, alias “Timochenko”, que los negociadores de paz entren en un “cónclave” para acelerar los acuerdos.

El propio Santos reconoció entonces: “no podemos correr el riesgo que nuestro anhelo de paz se trunque por no tener la previsión suficiente y por no adelantarnos y no ganar tiempo y por eso nuestra intención es esa, acelerar al máximo el fin del conflicto”.

El objetivo es llegar a un acuerdo de paz como tarde el 23 de marzo de 2016, es decir en exactos cuatro meses, tal como lo acordaron Santos y “Timochenko” en el encuentro que mantuvieron en la capital cubana en septiembre.

Ese día se anunció que las partes habían alcanzado un acuerdo sobre justicia transicional, uno de los temas más espinosos de la agenda de negociación, lo que fue festejado por el país y por la comunidad internacional, pero la letra menuda ha sido motivo de discordia.

El borrador del acuerdo de justicia tiene 75 puntos, varios de ellos sin resolver, y en los dos meses transcurridos desde el anuncio en La Habana no se ha avanzado lo suficiente en la resolución de los flecos, lo que explicaría la urgencia del presidente de agilizar la negociación.

El elemento de justicia hace parte del punto de víctimas, que incluye además los de verdad, reparación y garantías de no repetición, que no se puede cerrar hasta que no se llegue a un acuerdo definitivo en todos sus componentes.

Además del elemento de justicia está pendiente el de fin del conflicto, que incluye el cese el fuego bilateral y definitivo, la dejación de armas y la desmovilización de los miembros de las FARC, que avanza en paralelo al de víctimas, pero un principio de esta negociación es que “nada está cerrado hasta que todo esté cerrado”.

Sin embargo, un día después del anuncio de Santos sobre el viaje de su hermano a Cuba, las FARC publicaron en su página web un escrito de uno de sus negociadores, alias “Joaquín Gómez”, en el que reclama al Gobierno que ponga fin al fenómeno paramilitar y asegura que, de no hacerlo “no habrá paz”, una exigencia que puede complicar el punto de fin del conflicto.

Las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) se desmovilizaron en 2006 y aunque en la actualidad hay antiguos integrantes de esos grupos que siguen en la ilegalidad, están clasificados por las autoridades como bandas criminales (bacrim), organizaciones de delincuencia común sin ninguna condición política.

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