El Gobierno critica el oscurantismo y la falta de neutralidad de la Generalitat

El portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo, ha criticado hoy el “oscurantismo” y la “pérdida de neutralidad” con la que la Generalitat catalana está elaborando la ley del referéndum y la de desconexión, y se ha quejado de que ya sólo “parece obedecer a los deseos de los políticos secesionistas”.

En rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros, Méndez de Vigo ha expresado esa opinión al ser preguntado sobre las informaciones que hoy publican varios medios de comunicación sobre el contenido de la ley del referéndum o la llamada ley de desconexión.

Tras señalar que él ha conocido esta mañana parte de ese contenido legislativo gracias al adelanto de los medios, Méndez de Vigo se ha mostrado seguro de que varios consellers catalanes también se han enterado por la misma vía, porque hay “un gran oscurantismo” en torno a este asunto.

Según su criterio, lo que más le sorprende es que se esté haciendo “sin luz ni taquígrafos”, precisamente en estos tiempos en los que prima la transparencia.

“Eso, al final, no lo conocía nadie y estaba metido en un cajón”, ha dicho sobre borrador de la ley de transitoriedad jurídica, que recoge la posibilidad de activar un proceso “participativo de base ciudadana” para redactar y aprobar la hipotética constitución de la república catalana.

Una fórmula que, según Méndez de Vigo, recuerda más a lo que sucede en “otras latitudes” y que aleja a Cataluña de Europa. “Eso se hace en otras latitudes, y ya saben ustedes cuáles. No está en los usos europeos”, ha enfatizado en alusión implícita a los modelos bolivarianos.

Ha lamentado, en este dinámica, que quien esté dominando “todo este procedimiento” sean “los radicales de la CUP y no el PDeCat”, al que las últimas encuestas hacen caer “hasta límites insospechados hace solo unos años”.

Además, el también ministro de Educación, Cultura y Deportes ha constatado que la fecha del referéndum del 1 de octubre fue fijada de manera unilateral por el presidente catalán, Carles Puigdemont, ha enfatizado que no hay urnas, porque el concurso ha sido declarado desierto, que muchos alcaldes han anunciado que no van a prestar locales para celebrar la consulta y que tampoco hay censo.

Mientras, la Generalitat y Puigdemont “presionan a los medios” avisando de que sólo los que hagan propaganda del referéndum tendrán acceso a las subvenciones, y también ve Méndez de Vigo presiones contra los alcaldes, contra los funcionarios e incluso contra los Mossos.

Todo ello le lleva a la conclusión de que hay “una perdida de neutralidad” por parte de la Generalidad de Cataluña, que “ya sólo parece obedecer a los deseos de los políticos secesionistas” y no a los de todos los catalanes.

Frente a esa posición, ha reiterado la postura “firme pero dialogante” del Gobierno diciendo que la consulta de autodeterminación es ilegal y que no se va a celebrar y recordando que los tribunales han determinado que todos los actos preparatorios hacia un referéndum ilegal incurren también en la ilegalidad.

Pero, a la vez, emplazando a Puigdemont a no parapetarse detrás de los funcionarios y los alcaldes, como el 9N lo hicieron “detrás de los voluntarios”, y a que acuda al Congreso a defender sus postulados.

“Esto no nos lleva a ninguna parte”, ha apostillado el ministro en alusión al referéndum, antes de recalcar la disponibilidad al diálogo del Gobierno para buscar soluciones a los problemas de la gente y no sólo los de quienes quieren la independencia.