El Gobierno cree que los datos económicos “dan oxígeno” ante el ecuador de la legislatura

El Gobierno llega al ecuador de la legislatura con el “oxígeno” que considera que supone el goteo constante de datos económicos positivos, y estima que la asignatura pendiente es consumar la salida de la crisis y que los ciudadanos noten en sus bolsillos la mejoría de la situación.

El próximo miércoles, 20 de noviembre, se cumplen dos años de las elecciones generales en las que la mayoría absoluta del PP aupó a Mariano Rajoy a la Presidencia del Gobierno, y fuentes del Ejecutivo consultadas por Efe destacan el contraste entre la situación actual y la que se vivía en el primer aniversario de esos comicios.

Rajoy y la practica totalidad de sus ministros (especialmente los del área económica) están exponiendo en casi todas sus intervenciones la diferencia entre el momento de pesimismo de hace un año y las esperanzas que ahora constata el Gobierno.

Los datos de las exportaciones españolas, la notable bajada de la prima de riesgo o el hecho de que en el tercer trimestre de 2013 se haya dejado atrás la recesión, se ponen de forma reiterada como ejemplo de la nueva etapa.

En medio de todo ello, el Ejecutivo desliza apelaciones a la prudencia y a que aún queda mucho por hacer hasta la salida definitiva de la crisis aunque cree que el rumbo es el correcto.

“Con los mimbres previstos y sin relajamientos se logrará el objetivo”, señalan las fuentes del Gobierno, que reiteran que frente a la advertencia de esta semana de la Comisión Europea de que se necesitarán nuevas medidas para cumplir el objetivo de déficit en 2014, las que ya están en marcha permitirán que no haya desviación.

Ante la segunda parte de la legislatura, el Gobierno confía que haya un reconocimiento creciente de los ciudadanos a que las medidas aprobadas han sido las adecuadas, aunque es consciente de que para eso se tiene que ir constatando la mejoría en “la pequeña economía”.

Cuestión vital es que haya una paulatina reducción de las cifras de parados, y los últimos datos cree el Ejecutivo que permiten albergar “fundadas esperanzas”.

Las fuentes consultadas por Efe consideran prematuro hacer conjeturas sobre lo que ocurrirá en los próximos comicios aunque recuerdan la última encuesta del CIS, en la que el PP aumenta su ventaja sobre el PSOE.

Tampoco creen que puedan extrapolarse los datos de las elecciones europeas que se celebrarán el próximo mes de mayo, unos comicios ante los que existe temor en los dos grandes partidos a una alta abstención o a que los ciudadanos opten por candidaturas de otras fuerzas políticas.

Esa podría ser una consecuencia del desapego hacia la política que reflejan las encuestas y que es alimentado por casos como el del extesorero del PP Luis Bárcenas (asunto muy presente durante el último año) o las irregularidades en los ERE de Andalucía.

La apelación a que la salida de la crisis ha de centrar todos los esfuerzos ha sido recurrente por parte del Gobierno ante el problema que ha ido cobrando fuerza en los dos últimos años relativo a las aspiraciones soberanistas de Cataluña.

La relación entre el Gabinete de Mariano Rajoy y el de Artur Mas ha ido atravesando diversas fases a lo largo de los meses, con picos de tensión que se han intentado relajar con disposiciones al diálogo por ambas partes aunque sin que se haya concretado acuerdo alguno.

Las fuentes consultadas por Efe aseguran que “Mas puede esperar de Rajoy muchos gestos, pero de ningún modo puede albergar la esperanza de contar con su visto bueno para facilitar la independencia de Cataluña”.

“Eso lo sabe el presidente de la Generalitat”, añaden antes de confiar en que el sentido común al que tantas veces apela Rajoy acabe imponiéndose en este asunto.

El presidente del Gobierno culmina la mitad de la legislatura sin haber hecho cambios en su Gabinete y nadie da por seguro que los vaya a acometer en breve.

Las elecciones europeas podrían servir de excusa para esa primera remodelación, bien porque algún ministro pueda ir en la candidatura del PP a esos comicios o porque alguno pudiera ser el representante español en la Comisión Europea que deberá formarse meses después de las elecciones a la Eurocámara.

El titular de Agricultura, Miguel Arias Cañete, es el nombre más citado para ocupar el puesto de comisario por parte de España que en la actualidad desempeña Joaquín Almunia, aunque Rajoy no ha dado pista alguna al respecto.