El Gobierno iraquí actuará con firmeza para contener la violencia sectaria

El primer ministro iraquí, Haidar al Abadi, advirtió hoy de que actuará con firmeza para contener cualquier intento de rebrote de la violencia sectaria entre chiíes y suníes, después de que anoche fuera incendiada una sede religiosa en Bagdad.

“Hay organizaciones terroristas que tienen planes para generar la violencia sectaria y difundir una realidad distinta a la unidad entre los diferentes componentes del pueblo iraquí”, dijo Al Abadi en un comunicado.

El jefe de Gobierno indicó que efectivos del Comando de Operaciones de Bagdad están desplegados en la zona de mayoría suní de Al Azamiya con las órdenes de actuar con “total severidad contra cualquier intento de alterar la seguridad”.

En Al Azamiya, en el norte de la capital, unos desconocidos incendiaron anoche el departamento de inversiones de la institución de asuntos religiosos suníes.

Al Abadi indicó que los desconocidos se infiltraron entre los decenas de miles de fieles chiíes que visitan el santuario del Imán Musa al Kazemi, en el área de Al Kazemiya, cercana a Al Azamiya, y prendieron fuego al edificio suní.

Las llamas se propagaron a cinco viviendas aledañas y unas quince personas resultaron heridas.

“Terroristas infiltrados entre los fieles chiíes irrumpieron en la dependencia suní, con el pretexto de que en su interior habían cinturones explosivos, pero las fuerzas de seguridad llegaron inmediatamente para contener la situación”, subrayó Al Abadi.

La televisión oficial Al Iraqiya informó de que Al Abadi visitó esta mañana las zonas de Al Azamiya y Al Kazemiya.

El director de la institución de asuntos religiosos suníes, jeque Mahmud al Samedéi, instó hoy en una rueda de prensa en Bagdad al Gobierno y a las fuerzas de seguridad a reprimir “con fuerza a las bandas que ponen en riesgo la seguridad del país”.

Cientos de miles de chiíes visitan desde hace varios días la mezquita y mausoleo de Al Kazemiya, para participar en la conmemoración anual del fallecimiento del imán Musa, uno de los doce imanes venerados en el credo chií.

Miles de iraquíes perdieron la vida entre los años 2006 y 2008 por la ola de violencia sectaria en Irak, que estalló después de que extremistas suníes perpetraron un atentado contra una santuario chií de la ciudad de Samarra, al norte de Bagdad.

La tensión confesional se ha incrementado en el país desde que el grupo yihadista Estado Islámico (EI), de credo suní, proclamara en junio del año pasado un califato en las zonas bajo su control de Irak y persiguiera a la población de otra tendencia religiosa.

Milicianos chiíes se han unido al ejército en la lucha contra el EI, llegando en algunos casos a dominar el frente de batalla, entre denuncias de acciones de represalia contra los suníes.