El Gobierno libanés se declara en “estado de alerta” tras los atentados en la frontera

El Gobierno libanés afirmó hoy que las instituciones estatales están en “estado de alerta permanente” tras los atentados suicidas que ayer causaron al menos cinco civiles muertos en una zona fronteriza con Siria en el noreste del país, donde hoy fue arrestado alrededor de un centenar de personas.

El gabinete se reunió hoy para examinar la situación de seguridad y las repercusiones de los atentados de la víspera, mientras que el Ejército ha realizado redadas en los campamentos informales de refugiados sirios, donde ha detenido a un centenar de sospechosos.

Ayer, cuatro terroristas suicidas se hicieron estallar cerca de un puesto de aduanas en la localidad de Qaa, de mayoría cristiana, lo que causó la muerte de cinco personas y heridas a otras quince, entre ellas cuatro militares.

Horas después, otros cuatro suicidas hicieron estallar sus cinturones de explosivos hiriendo a trece personas, según la Agencia Nacional de Noticias (ANN), mientras que el responsable de la Cruz Roja Libanesa, Georges Ketaneh, rebajó la cifra a ocho.

El Ejército libanés informó en un comunicado de que anoche a las 22.30 hora local (19.30 GMT) un kamikaze en una moto lanzó una granada contra un grupo de habitantes congregado delante de la iglesia de San Elie de Qaa, y seguidamente se inmoló.

Un segundo terrorista suicida lo hizo en el mismo lugar, mientras que otros dos trataron de hacerlo junto a un puesto militar, pero tuvieron que darse a la fuga e hicieron estallar sus cinturones de explosivos en un lugar más lejano sin provocar víctimas.

Las tropas libanesas reforzaron hoy las medidas de seguridad en las regiones fronterizas con Siria, sobre todo en el norte y noreste del Líbano.

Por su parte, el primer ministro, Tamam Salam, aseguró que estos ataques constituyen “el comienzo de una ola de operaciones terroristas”, pero pidió no caer en el sectarismo porque, de esta forma, “caeremos en la trampa tendida por los terroristas”.

Asimismo, instó a los libaneses a “la unidad nacional, a apoyar al Ejército y las fuerzas de seguridad, y a no ceder al temor que los terroristas tratan de provocar”.

Salam consideró que los ataques “no son sorprendentes”, pero sí el “modus operandi” de los terroristas, así como el número de kamikazes, lo cual “abre una nueva era de enfrentamiento entre el Estado y el terrorismo”.