El Gobierno marroquí revisará el modelo económico porque no responde a las expectativas

El presidente del Gobierno marroquí, Saadedin Otmani, reconoció hoy que el actual modelo de desarrollo socioeconómico del país no responde a las expectativas ni garantiza justicia social y económica, por lo que anunció su próxima revisión.

Otmani ofreció hoy en Rabat su primera rueda de prensa desde su nombramiento el pasado marzo, en la que volvió a mostrar su carácter conciliador, enemigo de polémicas y muy alejado del tono familiar que utilizaba su predecesor, el también islamista Abdelilah Benkirán, hoy caído en desgracia.

“El actual modelo de desarrollo nos da unos modestos promedios de crecimiento, no nos garantiza suficientes puestos de trabajo y este crecimiento no se ve acompañado de una justicia equitativa. (...) Existen disparidades sociales y regionales”, lamentó.

Marruecos cerró 2016 con una tasa de crecimiento de solo 1,2%, mientras que se espera que este año el crecimiento alcance 4,3% y que baje hasta 3,1 % en 2018.

Otmani anunció que su Ejecutivo se pondrá a reconsiderar a partir de la semana que viene este modelo que se concretará con medidas destinadas a dar una prioridad a las pequeñas y medianas empresas, ir hacia una mayor digitalización de la administración pública y luchar contra la corrupción.

En la misma línea, el rey Mohamed VI llamó el pasado viernes -durante la inauguración de la nueva sesión parlamentaria- a evaluar el actual modelo de desarrollo socioeconómico porque “es incapaz de responder a las exigencias urgentes y las necesidades crecientes de los ciudadanos”.

En su alocución hoy, Otmani indicó que en el nuevo modelo se prestará especial atención al empleo, sanidad y educación como tres sectores donde se necesitan reformas más urgentes.

En este sentido prometió que el esperado Proyecto de Ley de Finanzas (presupuestos), pendiente de aprobación, prevé un “excepcional” número de empleos en estos sectores.

“En Sanidad por ejemplo, pasaremos de 1.500 puestos de trabajo a 4.000 el año que viene”, añadió.

Prometió encontrar soluciones a todas las regiones “sea aquellas donde hay protestas o no”, en una alusión velada a las protestas sociales que se desataron hace casi un año en la región rifeña de Alhucemas o las últimas en la región sureña de Zagora por la falta de agua.

Otmani insistió en demostrar la “armonía” existente entre todos los miembros de su Gobierno, compuesto por una coalición heterogénea de seis partidos islamistas, socialistas, liberales y conservadores, además de numerosos ministros tecnócratas sin filiación política y designados directamente por el rey Mohamed VI.

El presidente de Gobierno negó una posible remodelación gubernamental “amplia”, tal y como vaticinaron en los últimos días varios medios marroquíes, y precisó que el Gobierno se limitará a crear un nuevo ministerio delegado encargado de los Asuntos Africanos, tal y como anunció el monarca el pasado viernes.

En cuanto a política exterior, Otamani volvió a confirmar que su país apuesta por una nueva política de “acabar con la silla vacía” en los foros internacionales para no dejar así que ese espacio lo ocupe el Frente Polisario, que disputa a Marruecos la soberanía del Sáhara Occidental.

El presidente de Gobierno explicó que su país volvió a la Unión Africana y se incorporará en todas sus instancias a pesar de la presencia de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), y consideró “un compromiso” que su país asista a todos los foros internacionales pese a la presencia de la RASD.

“No vamos a boicotear ningún encuentro solo porque el Polisario esté en él”, indicó.

En general, la primera comparecencia de Otmani ante los medios estuvo marcada por un tono casi tecnócrata, ya que respondió con vaguedades a todas las preguntas que llevaran implícita alguna polémica, abundando en la imagen de “blando” y conciliador que probablemente le valió ser elegido por el rey para formar gobierno.

Fatima Zohra Bouaziz