El Gobierno nicaragüense rechaza la suspensión de Rousseff de la Presidencia de Brasil

El Gobierno de Nicaragua rechazó hoy la suspensión de Dilma Rousseff como presidenta de Brasil, después de que el Senado brasileño decidiera iniciar un juicio político en su contra, con fines de destitución.

“Hemos seguido con indignación y rechazo, el impresentable y antidemocrático proceso que ha ensombrecido la seriedad y fortaleza de las instituciones en ese hermano país”, señaló el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, en una carta enviada a Rousseff.

En el documento, leído por la primera dama y coordinadora del Consejo de Comunicación y Ciudadanía, Rosario Murillo, quien también la suscribió, el Ejecutivo nicaragüense calificó ese juicio como “un mamarracho jurídico y político”.

Es “un drama, una comedia, una tragedia, un mamarracho jurídico y político, y en el centro de todo los mismos actores: El Águila Imperial (en referencia a Estados Unidos), los lacayos o chingastes (residuo) locales”, expuso el Gobierno sandinista.

En la misiva, Ortega aseguró que no le asombran “los argumentos y juegos políticos de las derechas que, como siempre, apuntan a debilitar o decapitar procesos populares de liberación de la pobreza y de transformación de la cultura opresora”.

Asimismo, manifestó el apoyo al Partido de los Trabajadores de Brasil (PT), a sus dirigentes y militancia, incluido al expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva.

“Dilma, compañera... Lula, hermano, compañero, estamos allá, como siempre, unidos en la lucha y el trabajo, a paso de porvenir”, anotaron Ortega y Murillo en la misiva.

Tras la decisión del Senado, Rousseff quedó suspendida de la Presidencia de Brasil durante 180 días y sustituida de forma interina por el vicepresidente, Michel Temer, mientras la Cámara decide si destituye a la primera mandataria por un “crimen de responsabilidad” en la cuentas públicas.