Gobierno y rebeldes sursudaneses avanzan en las negociaciones de alto el fuego

El Gobierno y los rebeldes de Sudán del Sur han acordado parte de los detalles de un alto el fuego, si bien persisten otros puntos de fricción como las condiciones para ponerlo en marcha, informaron hoy fuentes de ambas partes.

La delegación del Gobierno de Sudán del Sur encargada de negociar con los rebeldes en Adis Abeba volvió hoy a Yuba para preparar sus próximos movimientos con la vista puesta en la necesidad del cese de la violencia.

A su llegada al aeropuerto de la capital de Sudán del Sur, el ministro de Información, Michael Makuei, dijo a la prensa que ambas partes están negociando un acuerdo para detener la violencia y después hablarán de los otros asuntos pendientes.

“Si los rebeldes no aceptan el alto el fuego, van a perder todas las zonas que están bajo su control”, advirtió Makuei, que afirmó que las tropas gubernamentales mantienen su dominio sobre la ciudad de Malakal, capital del estado petrolero de Alto Nilo, y avanzan hacia la de Bor, capital del estado de Jonglei.

Los insurgentes controlan desde el pasado mes Bor, mientras que recientemente dieron por tomada Malakal, lo que fue desmentido por las autoridades.

Junto al ministro llegó a Yuba el presidente de la delegación sursudanesa que participa en las conversaciones, Nhial Deng Nhial, que destacó que han logrado una “fórmula de acuerdo para separar los temas de las negociaciones y tratarlos uno a uno”.

La delegación permanecerá en la capital varios días para llevar a cabo consultas con el presidente del país, Salva Kiir, y recibir las últimas instrucciones del Gobierno.

Por su parte, el representante del equipo negociador de los rebeldes Johannes Musa descartó a Efe por teléfono desde Adis Abeba que haya un acuerdo de alto el fuego con el Ejecutivo “sin la liberación incondicional de los detenidos políticos”.

Esa condición está siendo el principal motivo de discordia entre las partes, según Musa, que reconoció que hay un principio de acuerdo sobre los detalles del cese de la violencia y su mecanismo de supervisión.

Según el portavoz rebelde, el Ejecutivo de Yuba ha propuesto un alto el fuego y liberar luego a los detenidos, pero “no es suficiente porque carece de una fecha para ponerlos en libertad”.

Los rebeldes también han propuesto un plan de reforma política, que incluye la designación de un presidente transitorio en lugar de Kir y la participación conjunta en la gestión del poder y la riqueza, así como una reforma del partido gobernante.

Las conversaciones bilaterales fueron retomadas el pasado 13 de enero en la capital etíope, impulsadas por el bloque regional y entidad promotora de un acuerdo de paz, la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo.

La reanudación de las negociaciones directas se produjo tras casi una semana de parálisis debido a la negativa del Gobierno a liberar a los supuestos responsables del golpe de Estado rebelde detenidos en Sudán del Sur, tal y como pedían los sublevados.

El conflicto que vive Sudán del Sur estalló el pasado 15 de diciembre, cuando el presidente acusó de una intentona golpista al exvicepresidente Riek Machar, que negó las acusaciones.

Cerca de 10.000 personas han fallecido durante los enfrentamientos, según cálculos del Grupo Internacional de Crisis (IGG), una organización internacional no gubernamental especializada en el análisis de conflictos.