El Gobierno trabaja por reforzar la seguridad en la estación de Areta (Álava) tras la muerte de una joven en 2016

Durante la Comisión de Fomento del Senado, el secretario de Estado ha respondido así a las preguntas del senador del Grupo Parlamentario Vasco José María Cazalis Eiguren, quien se ha interesado por saber si se ha abierto alguna investigación, por parte de Adif, Renfe o la Comisión de Investigación de Accidentes Ferroviarios (CIAF) con respecto al arrollamiento de esta joven cuando cruzaba la vía para pasar de un andén a otro.

Según el senador, cuando la chica bajó del tren no había ningún paso alternativo, semáforo o impedimento físico que indicase que no se podían cruzar las vías. Además, ningún testigo escuchó que megafonía anunciase la llegada de un tren, así como tampoco oyeron el pitido previo de alarma que sonó de inmediato tras el arrollamiento. “La normativa que regula el paso entre andenes se limita a colocar un ridículo cartel”, ha añadido el senador vasco.

De este modo, Gómez-Pomar ha declarado que el Gobierno trata de ser lo más “escrupuloso” posible con el cumplimiento de toda normativa y ha lamentado que sea tarde para paliar el dolor que este accidente ha producido a la familia de la joven fallecida. Así, ha transmitido su intención de facilitar el acceso a los trenes y mejorar los problemas de acceso a las estaciones.

Por otro lado, ha aclarado que el Gobierno se está esforzando por que todas las estaciones de tren tengan una buena comunicación entre todas sus partes. “Este es el trabajo que hay que hacer para que esto no vuelva a repetirse. Estamos construyendo ascensores en Areta y una vez que finalice la obra la seguridad de la estación quedará reforzada”, ha añadido el secretario de Estado.

PÉRDIDA DE DATOS

El senador José María Cazalis ha criticado que no existan registros del día del accidente ya que, a pesar de haber solicitado los datos dos días después del accidente, “los responsables manifiestan que se han sobrescrito los datos más antiguos con los referidos a los movimientos del tren de los días posteriores”.

“Estos datos han desaparecido, ya sea por accidente o por mala voluntad. Si es un accidente con resultados de muerte, ¿estos datos se pueden sobrescribir porque sí? ¿Quién es el responsable de impedir que esto sea así?” ha añadido.

Ante esto, el Gómez-Pomar ha afirmado que no existe una normativa estatal específica al respecto, no obstante, ha reconocido que los registros se deben conservar hasta la finalización de la investigación.