Groenlandia camina hacia independencia, pero sin fecha, dice su presidente

El presidente de Groenlandia, el socialdemócrata Kim Kielsen, declaró hoy que esta región autónoma de Dinamarca camina hacia la independencia, pero sin fecha concreta y consciente de que no es viable a corto plazo.

“Caminamos hacia la independencia paso a paso, preparando el camino a nuestros hijos y nietos. Pero no es nada que vaya a pasar de un día para otro, no quiero poner una fecha”, afirmó hoy Kielsen en un encuentro con prensa extranjera en Copenhague, donde anoche se reunió con el primer ministro danés, Lars Løkke Rasmussen.

Kielsen gobierna desde hace dos años Groenlandia, aunque en octubre rompió la coalición anterior de centroderecha para formar otra más amplia que controla el 80 % del Parlamento e incluye al independentista Inuit Ataqatigiit (IA), segunda fuerza en votos.

El presidente autonómico groenlandés reiteró que cualquier plan viable de independencia debe sostenerse sobre cuatro pilares: turismo, minería, educación y pesca.

Pero, por el momento, la economía de esta región depende básicamente de la pesca, que es además inestable, y de la subvención anual de Copenhague, de unos 482 millones de euros y que supone casi un tercio de los ingresos totales.

El turismo subió entre un 7 y un 8 % el año pasado, un crecimiento que las autoridades groenlandesas confían que aumente con la ampliación y mejora de sus aeropuertos.

La aprobación en 2008 de un nuevo Estatuto de Autonomía que incluye el derecho de autodeterminación y las perspectivas generadas por el potencial petrolero y minero de Groenlandia dispararon inicialmente los pronósticos sobre una pronta independencia.

La caída de los precios de las materias primas por la crisis económica mundial paralizó sin embargo los pocos planes de explotación en marcha y redujo las expectativas a corto plazo.

Kielsen resaltó que cerca de un centenar de compañías han mostrado interés en impulsar proyectos mineros en esta isla de más de dos millones de kilómetros cuadrados -el 80% cubierto de hielo de forma permanente- y con unos 56.000 habitantes.

Pero admitió que además del precio de las materias primas, influyen otros factores, como las deficiencias en infraestructuras, lo que hace que en Groenlandia haya que “empezar de cero”.