Guardias acusados de contrabando quisieron “hacer un favor” a un amigo chino

Los tres guardias civiles acusados de formar parte de una red dedicada a sacar dinero de España con destino a China declararon en fase de instrucción que solo quisieron “hacer un favor” a un amigo chino, para evitarle colas y que tuviese que contar billetes en público.

La Audiencia Provincial de Valencia ha acogido hoy la segunda sesión del juicio a ocho acusados, entre ellos dos guardias civiles que trabajaban en el Aeropuerto de Manises y otro agente retirado que supuestamente, a cambio de comisiones, ayudaron al resto de procesados, de origen chino, a eludir los controles de embarque.

Su intención de “hacer un favor” a un amigo chino consta en las declaraciones que efectuaron en fase de instrucción y que hoy han sido leídas en la sala a petición de la fiscal, aunque todos los agentes se han negado a ratificarlas por haber recibido presiones, según han afirmado.

Tanto los agentes como el ciudadano chino supuesto cabecilla de la trama se han negado a responder más preguntas que las de sus letrados.

Los hechos ocurrieron en verano de 2013, cuando dos de los acusados, un agente y un “correo”, fueron detenidos en los aseos del aeropuerto cuando el primero entregaba al segundo una mochila con 520.000 euros y documentos oficiales de movimiento de efectivo para pasar los controles sin problemas.

Los procesados (un sargento, un subteniente y un guardia retirado) habrían actuado de este mismo modo al menos en ocho ocasiones entre el 14 de julio y el 24 de septiembre de 2013.

Según declaró el sargento en fase de instrucción, ayudó en dos ocasiones a un amigo chino (el supuesto cabecilla) para evitar los controles del aeropuerto, pero nunca tuvo constancia de que realizase nada ilegal porque “se rellenaban los papeles” oficiales.

Este ciudadano chino viajaba con billetes pequeños, según el relato del sargento procesado, fruto de sus beneficios en un restaurante y negocios de ropa que regentaba, de modo que le quiso evitar “tener que contar dinero en público en la aduana”.

Negó haber recibido dinero a cambio de estos “favores”, aunque sí “préstamos” personales, con el compromiso de devolver el dinero.

El supuesto cabecilla chino ha negado, a preguntas de su letrado, haber pagado a los guardias, a quienes conocía como clientes de su restaurante, y ha explicado que uno de ellos (el agente retirado) solía recoger a su hijo del colegio, le acompañó como conductor a visitar a amantes y recoger dinero a Madrid y también en un viaje de negocios a Ucrania.

Este exagente (se retiró en junio de 2013, según ha explicado) afirmó en su primera declaración, que no ha ratificado hoy, que en uno de esos viajes otro de los acusados les entregó una mochila con dinero una vez pasados los controles de aduanas “para evitar colas y no exhibir los billetes” y que creía que “eso era legal”.

El subteniente, a quien sorprendieron en los aseos del aeropuerto tras entregar una mochila con dinero, declaró inicialmente que el sargento estaba al corriente de todo y que anteriormente él había hecho lo mismo, aunque estaba convencido de que “el dinero se había declarado” y que, en consecuencia, estaba cometiendo “a lo sumo, una infracción administrativa”.

Lo hizo, según explicó en fase de instrucción, porque sintió “obligación moral” de devolver un favor al supuesto cabecilla de la trama, quien le había ayudado económicamente en varias ocasiones.

“Me enteré del contenido de la mochila horas después de estar detenido; no me mostraron el contenido, y la cantidad que me dijeron (520.000 euros) me asombró”, ha declarado hoy a preguntas de su letrado.

La fiscal reclama para los agentes y para el supuesto cabecilla de la trama dieciséis años y medio de cárcel por contrabando, falsedad, pertenencia a grupo criminal y cohecho.