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Guillier celebra la segunda vuelta y sale a buscar votos de la izquierda

Guillier celebra la segunda vuelta y sale a buscar votos de la izquierda

EFE

Santiago de Chile —

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El senador Alejandro Guillier, la clave del oficialismo chileno para prolongar el legado de la presidenta Michelle Bachelet, celebró hoy su paso a la segunda vuelta que lo enfrentará con el expresidente derechista Sebastián Piñera, el 17 de diciembre próximo.

Frente a unas mil personas que lo vitorearon, Guillier hizo este domingo a viva voz un llamamiento a la convergencia de la coalición gobernante Fuerza de Mayoría, que se mostró satisfecha en los rostros de los ministros y dirigentes que acudieron a celebrar este salto a la segunda vuelta.

Entre abrazos y risas, en un acto colmado de optimismo y con sabor a victoria, Guillier agradeció a quienes le otorgaron este domingo el 22,66 % de los sufragios, y elogió a la ciudadanía que “quiere otro camino y lo ha expresado en el voto”.

Abrazado a su esposa y casi cegado por las luces y flashes de las cámaras, el senador aseguró que trabajará “desde mañana mismo en la segunda vuelta para llevar la solidez del triunfo a todos los chilenos y chilenas”.

“En diciembre triunfaremos, de eso estoy muy seguro, tenemos 30 días para ganar”, remarcó en su discurso Guillier, camuflado entre globos de colores rojo, azul y blanco que flotaban en el aire, al compás de una sonora que avivó la fiesta.

Guillier obtuvo en estos comicios la segunda mayoría, por detrás del conservador Piñera (36,63 %), quien se quedó con menos votos de los esperados, y se ubicó por encima de la candidata del izquierdista Frente Amplio, Beatriz Sánchez, que sorprendió en su debut con un 20,34 %.

Con estos resultados, el oficialismo está hoy “tranquilo” y “contento”, de acuerdo a sus líderes, pero debe “salir a buscar los votos” del Frente Amplio y de la auto marginada Democracia Cristiana, que por primera vez en 28 años se disgregó y compitió con un candidato propio, la senadora Carolina Goic (5,9 %).

La misión entonces es “juntar a las fuerzas” del progresismo, dijo el diputado comunista Guillermo Tellier, al afirmar que “indudablemente, la centroizquierda tiene más votos que la derecha”.

El senador socialista Juan Pablo Letelier, por su parte, remarcó a Efe que el desafío hacia adelante será “responder” a un país que “no quiere por ningún motivo virar a la derecha”.

Enfocado en derrotar al empresario Piñera, Guillier se jugará además los votos de los otros candidatos de la izquierda que quedaron en el camino (Marco Enríquez-Ominami, Alejandro Navarro y Eduardo Artés), para sumar su respaldo al de los siete partidos que ya lo apoyan.

En esta carrera hacia La Moneda, prima la ilusión de reunificar a la desmoronada coalición gobernante, tras la retirada de los democristianos, algo que Guillier alzó en su discurso como una de las tareas pendientes para hacerse de la Presidencia del país.

“Las puertas están abiertas para todos los que quieran sumarse. Esta noche comienza un nuevo Chile más amplio, más diverso, más solidario”, vociferó el candidato, que no milita en facción política alguna, pese a su cercanía histórica con el Partido Radical.

“Guillier, amigo, el pueblo está contigo”, le respondieron entre cánticos los cientos de adherentes, que ondearon banderas chilenas en el centro de Santiago al culminar la jornada electoral, que convocó a cerca de siete millones de votantes, una cifra que superó las expectativas de los analistas.

Guillier, quien prometió “no decepcionar” a sus electores, se levantó como el más competitivo para derrotar a Piñera en estos comicios a principios de año, cuando venció al expresidente Ricardo Lagos en una votación secreta de Partido Socialista, lo que suscitó una ola de críticas de su misma bancada.

Este domingo, el abanderado oficialista dio por cerradas las diferencias de su coalición, y pidió la máxima unificación de su sector político, como el principal eje para “seguir por el camino del cambio y la justicia social”.

El resultado de estas elecciones sentó las bases para una segunda vuelta electoral, que a diferencia de lo que predijeron las encuestas, aún no tiene un favorito para administrar Chile a partir del 11 de marzo próximo.

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