Haftar declara prescrito el gobierno sostenido por la ONU en Trípoli

El mariscal Jalifa Haftar, hombre fuerte del este de Libia, declaró hoy prescrito el gobierno sostenido por la ONU en Trípoli, ya que ha expirado el plazo del acuerdo firmado en diciembre de 2015 que facilitó su formación.

En un discurso televisado, el militar recordó que el acuerdo de Skhirat (Marruecos), forzado por la propia ONU, autorizaba la creación de un ejecutivo de transición por un periodo de un año, que podía ser renovado una sola vez.

“El vencimiento del Acuerdo Político Libio marca un histórico y peligroso punto de inflexión en el país”, aseguró Haftar, quien nunca ha reconocido la autoridad de ese gabinete liderado por Fayez al Serraj.

“Todas las instituciones salidas de ese acuerdo han perdido de forma automática su legitimidad, que fue contestada desde el primer día que asumieron sus funciones”, agregó el oficial, quien controla más del 70 por ciento del país y la mayor parte de sus ricos recursos petroleros.

Las palabras de Haftar suponen un duro golpe para el nuevo plan de paz puesto en marcha en septiembre pasado por el nuevo enviado de la ONU, el libanés Gassam Saleme, que pretende convocar elecciones legislativas y presidenciales en 2018.

El diplomático libanés animó a los dos gobiernos, el de Trípoli y el de Tobruk (este) -controlado por Haftar- a negociar para enmendar el acuerdo de Skhirat y crear una institución transitoria que organice los comicios.

Haftar, sin embargo, ha torpedeado cualquier tipo de arreglo desde el principio ya que el artículo 8 del citado acuerdo de Skhirat le obliga a renunciar a la dirección del llamado Ejército regular libio (LNA), vinculado al gobierno en Tobruk.

En este contexto, Saleme insistió hoy en que los libios “están hartos” de la inestabilidad y la guerra e instó a todas las partes a evitar cualquier acción que pueda socavar el proceso político“ en marcha.

Libia es un Estado fallido, víctima del caos y la guerra civil, desde que 2011 la comunidad internacional contribuyera a la victoria rebelde sobre la dictadura de Muamar al Gadafi.

En la actualidad, dos gobiernos, uno en el oeste sostenido por la ONU y otro en el Este bajo en el control de Haftar, un exmimebro de la cúpula gadafista reclutado años después por la CIA, luchan por el poder con la ayuda de milicias y bandas que se lucran con la guerra y a menudo cambian de bando.