Hollande defiende los logros de su mandato y el proyecto europeo

El presidente francés, Françóis Hollande, aprovechó hoy las festividades del armisticio de la Segunda Guerra Mundial para, en una intervención con tonos electorales, defender los logros de su mandato y el proyecto europeo frente lo que él ve como un riesgo de “dislocación”.

“Ahora Europa está amenazada, no por la guerra, sino por la dislocación, por el olvido de lo que pudo justificar su creación”, señaló Hollande en declaraciones al canal “France 2” tras haber presidido la tradicional ceremonia de homenaje al Ejército en la tumba al soldado desconocido en el Arco de Triunfo de París.

Pero más allá de señalar que “corresponde a las nuevas generaciones y a los que están al frente de las los países a defender el mensaje europeo”, el jefe del Estado socialista se esforzó en subrayar lo que considera los logros de su presidencia.

“Hemos recuperado el país desde hace cuatro años” y por eso ahora se puede proceder a una distribución que “no es un regalo”, indicó en respuesta a los que le han acusado de presentar estas últimas semanas una serie de concesiones económicas -en particular a los enseñantes- como dádivas con vistas a una nueva candidatura suya para las presidenciales de 2017.

Añadió que “tiene que haber un apoyo a unas categorías (sociales) que han contribuido al esfuerzo” y que “el modelo social tiene que protegerse e incluso ampliarse”.

Hollande insistió en que no decía todo esto dentro de una lógica electoralista, sino en tanto que “presidente” y que lo que quiere es que “los franceses estén orgullosos de su país”.

También aprovechó el recuerdo de la firma del armisticio por parte de Alemania el 8 de mayo de 1945, que puso fin a la Segunda Guerra Mundial en Europa para advertir de la actualidad de algunas contiendas que “están en nuestras puertas”, y aludió en particular a Siria y a las “masacres en Alepo.

A ese respecto, hizo hincapié en que las nuevas generaciones “tienen que ser conscientes de lo que pasó en la historia y de lo que podría reproducirse”.

Antes de estas palabras, el presidente francés había iniciado las ceremonias con la colocación de una corona de flores junto a la estatua del general Charles de Gaulle, símbolo de la liberación de Francia -y en particular de París- en mitad de la avenida de los Campos Elíseos.

A continuación, subió el resto de la avenida hasta el Arco de Triunfo, donde está la tumba en homenaje del soldado desconocido, y allí rindió honores militares.

Como es habitual acudieron los miembros de su Gobierno, pero también algunas otras personalidades políticas, como su predecesor en la jefatura del Estado, Nicolas Sarkozy, quien dijo que la celebración de hoy era “un símbolo de unidad nacional” y un recuerdo “de los que murieron para que pudiéramos ser libres”.