Homs afirma que “se fía” de Gordó y presenta a CDC como víctima de Fdez Díaz

El cabeza de lista de CDC, Francesc Homs, ha afirmado hoy que se “fía de las palabras” del dirigente convergente Germà Gordó y ha presentado a su formación como víctima del “contubernio” entre el ministro Jorge Fernández Díaz y el director de la Oficina Antifraude, Daniel de Alfonso.

Homs ha arremetido contra los dos implicados en las conversaciones publicadas en una conferencia de prensa celebrada junto al monasterio de Santa Cecilia, en la montaña de Montserrat, a donde ha llegado en bicicleta.

Un enclave en el que se fundó CDC en 1974 aún bajo la dictadura de Franco y entonces, ha dicho Homs, “nadie se hubiera imaginado” que 40 años después habría “un ministro del Interior” con “prácticas franquistas persiguiendo a sus adversarios políticos a base de difamar” y de tratar de “eliminarlo del horizonte”.

“Algunos quieren combatir tal como se combatía antes, con métodos franquistas, pero igual que eso fue superado esto también será superado y lograremos la libertad de Cataluña”, ha señalado el candidato, que ha pedido en este sentido que el domingo la gente “no falle” a CDC.

Preguntado por la aparición en las conversaciones de Germà Gordó como parte de un supuesto plan para relevar a Artur Mas de la presidencia de Convergència, Homs ha afirmado que “se fía” de las palabras del exconseller, que negó ayer formar parte de ninguna operación de estas características.

“Me fío de sus palabras, de lo que no me fío es de lo que puedan decir el señor De Alfonso y el señor Fernández Díaz”, a los que Homs ha acusado de hacer un “contubernio” para “usar la fiscalía” y “fabricar pruebas” con el objetivo de “cargarse la dirección de CDC”.

“Si alguna cosa nos sentimos la gente de Convergència es que somos víctimas”, ha apostillado el vicesecretario general de Estrategia de la formación soberanista.

A pocas horas de finalizar la campaña electoral, Homs ha considerado que Cataluña ha pasado de estar al inicio “en una esquina” del debate a situarse “en el centro”, en parte por la “monstruosidad” de las conversaciones grabadas en el despacho del ministro del Interior.