IU e IUCM ahondan su brecha a cuenta de Caja Madrid a meses de las elecciones

Las tarjetas opacas de Caja Madrid han agrandado la brecha abierta hace meses entre la dirección federal de IU y la dirección regional en Madrid, que desde ayer se enfrentan por la asunción de responsabilidades por este caso en pleno proceso de primarias y en medio del nerviosismo por el avance de Podemos.

Hace dos días la Presidencia de IU federal aprobó pedir la dimisión de sus actuales cargos de los últimos cinco coordinadores de la federación madrileña por el caso de Caja Madrid y el uso de tarjetas opacas.

Afectaría al actual coordinador, Eddy Sánchez, al actual 'número dos', Miguel Reneses, al portavoz en la Asamblea, Gregorio Gordo, al portavoz en el Ayuntamiento de la capital, Ángel Pérez, y al excoordinador regional Fernando Marín.

Y ayer, en respuesta, la Comisión Ejecutiva de IU-CM rechazó esa resolución del federal, que en opinión de Eddy Sánchez no es más que una “improvisación” fruto de un momento en el que las “expectativas” de los sondeos han levantado la “alarma”.

Sánchez ha considerado “improvisada”, “errónea” y “falta de rigor” la petición de la Presidencia federal. “Creen que por ahí puede venir la recuperación, pero no es ahí”, ha indicado en declaraciones a Efe, que ha recalcado que IU no es una formación “en repliegue” ni tiene “miedo”.

Bajo su punto de vista, la resolución se ha producido sin que la Comisión de Transparencia federal haya llamado a responsables y exresponsables para que expliquen su gestión y la comisión de investigación realizada en Madrid sobre el caso de Caja Madrid y el uso de tarjetas opacas, y sin tener en cuenta que IU apartó a los consejeros nombrados por esta formación en la mucho antes de que se conociese el caso de las tarjetas.

Otra queja de Eddy Sánchez es que IU no tenga en cuenta el momento político en el que hace su petición, en pleno proceso de primarias abiertas de IU-CM.

Gregorio Gordo, excoordinador y actual portavoz en la Asamblea, ya ha dicho hoy que ni él ni los otros cuatro coordinadores van a dejar sus cargos, y ha afirmado que es “atrevido” por parte de la dirección federal querer “anular 20 años de un plumazo”.

“Los consejeros que había en Caja Madrid fueron votados en los órganos de IU por amplias mayorías, no fue el dedo de Gregorio Gordo (...) ni de ningún coordinador”, ha dicho, por lo que cree que en IU “no se pueden hacer vinculaciones de carácter personal”.

Quien no ha querido pronunciarse es Ángel Pérez, y el propio coordinador federal, Cayo Lara, ha evitado pronunciarse sobre la cuestión, alegando que no quiere “injerir en este proceso cuando todavía está en marcha la Comisión de Transparencia”, aunque ha incidido en que no ha habido ninguna organización política en España que haya llegado a niveles como los de IU a la hora de pedir responsabilidades políticas.

También ha entrado en la polémica la Unión de Juventudes Comunistas de España en Madrid (integrada en IU-CM), que ha pedido dimisiones en la dirección de la formación madrileña porque, a su juicio, la comisión de investigación interna que se abrió se cerró “en falso” sin que se dirimieran todas las responsabilidades políticas, y porque es “inaceptable” que la Ejecutiva regional “desobedezca los mandatos de IU Federal”.

Ocurre todo esto a escasas tres semanas de las primarias abiertas que celebrará IU-CM para elegir a sus candidatos al Ayuntamiento de Madrid y a la Comunidad, a las que se presentan tres candidaturas dobles que difieren sobre la conveniencia de sumarse a Ganemos para concurrir bajo estas siglas a unas elecciones marcadas por el ascenso de Podemos, que en algunas encuestas adelanta a IU como tercera fuerza política en la Comunidad.

No es el primer enfrentamiento que exteriorizan IU Federal e IU Comunidad de Madrid este año, que ya a principios de marzo chocaron a cuenta de la candidatura de la formación a las elecciones Europeas de mayo, cuando los madrileños se quejaron de que el Consejo Político había excluido de la lista a los candidatos que habían propuesto.

Una exclusión que Eddy Sánchez calificó de “ejercicio intolerable de deslealtad y desprecio a la democracia”, y que provocó que IU-CM destituyera a su responsable de Área Interna, Carlos Gutiérrez, por no haber defendido la posición de la formación madrileña en el enfrentamiento con la dirección federal.