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Imbroda duda de que armas intervenidas en Marruecos procedieran de Melilla
El presidente de Melilla, Juan José Imbroda, ha dudado hoy de que las armas y municiones intervenidas en Marruecos a una rama local del llamado Estado Islámico (EI) (Daesh por su acrónimo árabe) fueran introducidas en ese país desde la ciudad autónoma.
“Me extraña mucho, de verdad, que Melilla sea el origen del paso de siete pistolas y municiones”, ha respondido Imbroda a preguntas de los periodistas, y ha basado sus dudas en el hecho de que los terroristas podrían pasar este armamento directamente mediante embarcaciones a las costas de Marruecos.
El presidente melillense ha negado que esas armas se generen en la ciudad, de modo que “o vienen de Marruecos, que es frontera de Melilla, o vienen de la península”.
En el segundo supuesto, ha dicho que no tendría sentido que las enviaran a Melilla para después llevarlas a Marruecos, de modo que “si pasan con pateras o barcos, van directamente a sus costas”.
En cualquier caso, Imbroda ha expresado su respeto por la versión ofrecida por Marruecos, que “tendrá sus razones” para ello.
Asimismo, ha dejado claro que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en Melilla “están funcionando magníficamente” en materia antiterrorista, así como los servicios de inteligencia españoles, con la “colaboración estrechísima” de Marruecos.
Las armas presentadas ayer por Marruecos pertenecían a una rama local del llamado Estado Islámico que fue desmantelada el domingo en nueve ciudades del país y que llevó a la detención de trece personas.
La rama local se hacía llamar Estado Islámico en Magreb al Aqsa -Descendientes de Yusef ben Tachfine, por el nombre del fundador de la dinastía almorávide que reinó en Marruecos y España-, y se proponía “copiar todos los métodos del Daesh”.
El arsenal mostrado a la prensa (algo inaudito en Marruecos) consiste en siete pistolas automáticas de marcas Browning y Beretta, más de 400 balas de calibres 7,65 y 9 milímetros, cedés, lápices de memoria, teléfonos móviles y esposas de plástico con las que supuestamente maniatar a eventuales secuestrados.
El grupo tenía intención de copiar todos los métodos del EI en Marruecos, incluidos “secuestros y decapitaciones”, y entre sus objetivos estaban “personalidades civiles, políticas y militares”.
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