Interior: 135 escoltas protegen a 104 personas 4 años después del cese de ETA

El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha asegurado hoy que casi cuatro años después del cese de la violencia de ETA un total de 104 personas siguen teniendo escolta y que la derrota policial de la banda terrorista ha permitido liberar de esas funciones a 1.072 policías y guardias civiles.

Fernández Díaz ha ofrecido estos datos en el Pleno del Senado al ser preguntado por el parlamentario socialista Antonio Julián Rodríguez, quien ha pedido a Interior que cumpla sus compromisos con el colectivo de exescoltas y “no les deje en el olvido” porque hicieron mucho por “la vida y la libertad”.

Según el ministro, el cese de la violencia de ETA, declarado el 20 de octubre de 2011, permitió la modificación gradual del servicio de protección personal tanto el País Vasco, como en Navarra y el resto de España.

Hasta entonces más de 1.500 personas necesitaban protección, pero gradualmente se han ido reduciendo los efectivos en la medida en que se iba consolidando la derrota policial de ETA, ha añadido Fernández Díaz, que ha aprovechado para recordar que a pesar del cese de la violencia, las fuerzas de seguridad han practicado 130 detenciones en esta legislatura relacionadas con la banda.

Y esa reducción gradual de personas escoltadas ha permitido liberar a 1.072 efectivos de la Policía y la Guardia Civil, que han sido destinados a otras funciones y han atenuado la reducción de la Oferta Pública de Empleo en ambos cuerpos, ha enfatizado.

Respecto a los escoltas privados, ha señalado que actualmente tienen seguridad privada 104 personas, que emplean a 135 escoltas privados, un colectivo al que ha agradecido sus labor en los años de plomo del terrorismo.

El senador socialista, por su parte, ha recordado que los escoltas privados han sido las “verdaderas espaldas” de concejales, periodistas, jueces, políticos, etc..., “poniendo en riesgo su vida” para protegerles.

Según sus datos, actualmente hay 210 escoltas en activo y un 50 por ciento de ellos protege a personas maltratadas, una oportunidad de trabajo que podría ampliarse, en opinión del senador.

Frente a ello, hay, ha dicho Rodríguez, más de 4.000 en paro o haciendo labores de vigilancia en supermercados o discotecas y, “los más afortunados”, en barcos en Somalia.

Pese a esa labor importante que han llevado a cabo durante todo el tiempo en el que ETA ha estado activa, Interior les “ha dejado en la calle con una palmadita”, ha subrayado el senador, quien ha afirmado que los escoltas están “muy decepcionados” con el Gobierno porque les prometió una solución, como participar en el plan de vigilancia perimetral de las cárceles, y no se la ha dado.

No obstante, según su datos, de los 800 vigilantes que están realizando este trabajo, solo el 19 por ciento son antiguos escoltas.

Y en la descripción que ha hecho de la situación actual de los exescoltas, Rodríguez ha dicho que muchos de ellos han “borrado” de su currículum su trabajo en Euskadi, se han visto “obligados a ocultar su pasado”, algunos han sido desahuciados y otros cobran la renta mínima de garantía.

Fernández Díaz ha compartido la importancia del trabajo desarrollado por esas personas y ha dejado claro que el Gobierno ha intentado la máxima comprensión y ayuda a ese colectivo, consciente de que la sociedad tienen contraída con él una deuda de gratitud.

El titular de Interior ha indicado que una parte de esos escoltas ha sido empleado en la seguridad exterior de las prisiones, pero ha precisado que la administración no puede suplantar las voluntades de las empresas y de los trabajadores, que en no pocas ocasiones no han aceptado la oferta por cuestiones de la propia labor o del ámbito territorial donde debía desarrollarse.

De todos modos, Interior sigue trabajando para “paliar al máximo” la situación del colectivo, ha concluido.