Israel condena la decisión de París de etiquetar la producción de los asentamientos

El Ministerio israelí de Exteriores criticó hoy la decisión de Francia de etiquetar los productos provenientes de los asentamientos judíos en Cisjordania, Jerusalén Este y la meseta del Golán, al considerar, de acuerdo a la normativa europea e internacional, que no son parte de Israel.

“El Gobierno de Israel condena la decisión de aplicar la instrucciones de la Comisión de la Unión Europea sobre etiquetado de productos israelíes que provienen de más allá de las de las líneas de 1967”, dice un comunicado difundido por Exteriores esta noche.

“Israel lamenta que justo Francia, donde hay una ley contra el boicot, fomente estas medidas, que pueden ser interpretadas como un espaldarazo a grupos radicales y al movimiento de boicot contra Israel”, agrega la nota.

Según el diario Haaretz, Francia hizo públicas hoy las nuevas regulaciones para el etiquetado de los productos de las colonias judías en territorio ocupado, de acuerdo a una decisión europea de noviembre de 2015.

El documento galo indica que partir de ahora, para no confundir a los consumidores, cualquier producto de esos territorios fabricado por israelíes debe ser apropiadamente marcado.

Se trata de una decisión que “sorprende” a Israel, que acusa a París de aplicar un doble rasero y “olvidarse de otros 200 conflictos territoriales mundiales que hay hoy en el mundo”.

Una fuente diplomática subraya desde el anonimato da a entender que las nuevas regulaciones están relacionadas con los obstáculos que encuentra la iniciativa francesa para convocar una conferencia internacional sobre el conflicto palestino-israelí.

“Viendo el fracaso en la convocatoria de la conferencia, ahora elige en su lugar la senda de etiquetar productos”, indicó la fuente diplomática.

La iniciativa francesa, después de dos años y medio de absoluto parón en las conversaciones entre israelíes y palestinos, se ve obstaculizada por el cambio de Administración en Estados Unidos y la objeción de Israel a acudir a un evento internacional por temor a verse acorralada.