Juanjo Sáez declara que desea “empatizar” con la gente de la calle

Con su último libro, “Crisis (de ansiedad)”, el dibujante Juanjo Sáez ha pretendido “empatizar” con la sociedad que está sufriendo los embistes de la crisis, aunque también ha reconocido que en sus páginas hay parte de “desahogo” y parte de “venganza”.

“Denuncio la realidad que estamos viviendo, pero hay una parte de desahogo y, en la parte que hablo de mi padre, hay venganza, porque explico el despido de mi padre. Es una forma de que el mundo lo sepa, y también puede que le llegue al jefe de mi padre. Hay un punto revanchista y una búsqueda de empatía con la gente de la calle”, ha contado a Efe el viñetista catalán.

Sáez ha reunido en “Crisis (de ansiedad)” (Reservoir Books) las viñetas que publicó durante dos años en el Diari Ara para explicar al lector que “todo lo que pasa” en la actualidad a él también le ha sucedido, y “es real”.

La muerte de su perro, el fallecimiento de su abuela o la pérdida del empleo de su padre son algunas de las situaciones personales que el dibujante refleja no sólo en sus viñetas, sino también en textos repletos de “tachones” que ha usado para “humanizar” el libro, ya que, según ha expresado, no le gusta situarse en la posición del “autor”, sino mostrar que él también tiene “defectos” y se equivoca.

“Creo que le da fuerza y sensación de texto inmediato, algo que me interesa mucho. Me gusta que se vea lo visceral y más en este libro que es de un tema tan candente y de tanta actualidad. Es como una forma de protesta”, ha dicho.

En este sentido, en las viñetas de Sáez recogidas en el libro hay frases tan desgarradoras como “Padre, ¿de mayor podré sobrevivir?” o “El futuro duele, el presente escuece y el pasado pesa”. Diálogos en los que él mismo no se ve como una persona “negativa”, sino todo lo contrario.

“En general, soy positivo, y este libro, y todos los anteriores, hablan del pasado. 'Crisis (de ansiedad)' habla de una crisis muy fuerte que pasé y por suerte pasó”, ha confesado.

Consciente de que “no se ha cayado nada”, Sáez reconoce también que su profesión, la del humor gráfico, hace la función de “bufón de corte”, y eso les permite “reírse del poder”.

“A nosotros -ha concretado-, con la excusa del dibujo y el humor, se nos permite decir cosas que a lo mejor los periodistas lo tienen más difícil”.

Pero, como no es oro todo lo que reluce, el autor, a modo de catarsis, reconoce que el título, en el que aparece la palabra “ansiedad”, pone de relieve también un “sufrimiento” en primera persona.

“He sufrido la ansiedad y lo cuento con un guiño humorístico. Creo que de la crisis se habla mucho en clave económica, y lo que produce es mucha ansiedad. La gente de a pie, los que se quedan en paro, lo que sufren es mucha ansiedad por el miedo a la incertidumbre, a no saber qué va a pasar con sus vidas, y eso se toca de puntillas”, ha contado.

Para el autor (Barcelona, 1972), el éxito del libro sería que lo leyera la gente de a pie, y es ahí, en las casas de los que sufren la crisis, donde quiere ver su obra. Eso sí, no descarta que llegue a algún político. “Si le llega al gobierno, encantado, pero están curtidísimos, no creo que les importe demasiado la opinión de un dibujante, no tenemos ningún tipo de poder”.

Inmerso en nuevos trabajos, este autor, del que se dice que es el dibujante “que más veces ha sido despedido de medios de comunicación”, ya prepara un nuevo trabajo sobre su “relación con los cómics”.

Eso sí, si “sacara” otro en la misma línea de crítica y denuncia que “Crisis (de ansiedad)”, también dependería “de la actualidad”, aunque asegura que estar metido siempre en “este rollo” es algo que “quema bastante”.

Por Pilar Martín.